Juan Pablo Sánchez fue el mejor novillero y Francisco Salguero, banderillas de Plata
En el Salón de Actos de la Once, y con poca asistencia de profesionales, aficionados y público en general, tuvo lugar la entrega, por parte del Ayuntamiento de Algeciras, de los premios taurinos a los triunfadores de la pasada Feria Real.
El acto, que comenzó a las 21.30 horas con media hora de retraso, por no haber llegado a tiempo el matador Miguel Ángel Perera, fue presidido por el alcalde, Tomás Herrera, acompañado por el edil de Transportes, Javier Soto.
El jurado que concedió en su día los premios estaba presidido, por Tomás Herrera, asistido por el gerente de Cultura y de Feria y Fiestas Antonio Berrocal.
Los vocales fueron Francisco Gallardo León, Juan Álvarez González, Manuel Campuzano Gómez, Enrique Aparicio Ruiz, Fernando Gutiérrez Arias, Carlos Álvarez Briales y Manuel Luque Molina, actuando como secretario José Luís Cuenca Gutiérrez, que concedieron los siguientes premios: fue declarado triunfador de la Feria Real 2009 y Palma de Oro, trofeo Miguel Mateo Miguelín, Miguel Ángel Perera.
El trofeo Victoriano de la Serna, recayó también en Miguel Ángel Perera, por la faena realizada el viernes 26 de junio al toro número 94 de nombre Imparable, lidiado en sexto lugar, de la ganadería de Luis Algarra. Y el trofeo a la mejor estocada, trofeo Rafael Ortega, también fue para el torero extremeño por la estocada al citado toro.
Por otra parte, el trofeo al Mejor par de banderillas de plata, trofeo Antonio Duarte El Pota, fue para Francisco Salguero Molina, Curro Molina, por el tercer par de banderillas al toro 170 de nombre Barbero, de la ganadería de Alcurrucén, lidiado el sábado día 27. Recogió el trofeo su padre. El trofeo al Mejor Novillero, fue para Juan Pablo Sánchez de Aguascaliente (México). Y el premio al Toro más bravo fue para Imparable, de 470 kilogramos de la ganadería Algarra, lidiado por Miguel Ángel Perera el viernes 26.
Los premios al Mejor peón de brega, trofeo Salvador Mateo, y al mejor picador, trofeo Hermanos Ramos Sigüenza quedaron desiertos, así como el premio al Mejor quite providencial, trofeo Fernando Ramos Argüelles.