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Una mujer y sus cuatro hijos serán desahuciados el día 25

“Tengo que hacer todo lo posible por quedarme en mi casa; sólo quiero un techo”, lamenta esta vecina de San Telmo

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  • Manuela y sus hijos. -

Sin trabajo, separada y con cuatro hijos con edades entre siete y diecisiete años, Manuela Contreras, vecina de San Telmo, afronta impotente la cuenta atrás para tener que dejar su casa. La adquirió en 2004 en régimen de alquiler con opción a compra  pero hace poco más de una semana recibió la carta del juzgado que nunca hubiera querido firmar y que últimamente se le aparecía en sus peores pesadillas desde hace más de dos años: una orden de desahucio para el día 25 de noviembre.

Como relata, su calvario empezó hace casi tres años, cuando se separó de su marido, al quedenunció por malos tratos, y él se quedó también en paro y dejó de entrar dinero en el domicilio familiar que compartían hasta entonces. “Cuando la compramos  pagábamos 275 o 300 euros y estábamos al corriente de la luz y el agua, pero después de lo que me pasó mi marido dejó de pagar, y ahora me pasa 250 euros y la ayuda por mujer maltratada que cobro de 426 euros se me acaba ya. ¿De dónde saco para dar de comer a cuatro niños?”, se lamenta. 


Desde hace meses su familia sale adelante gracias a la ayuda del economato de San Juan Grande y Cáritas, pero Manuela lo que no está dispuesta a consentir es a verse en la calle con cuatro bocas que alimentar. “Me voy a ver donde no me puedo ver, y mis niños ya tienen demasiados problemas y ya han sufrido bastante con lo que tienen, y estos días no dejan de preguntarme qué va a pasar con nosotros. Mi hijo de siete años me pregunta dónde vamos a vivir. Tengo que hacer todo lo posible por no perder mi casa”, explica visiblemente nerviosa.

Una lucha a contrarreloj
Nada más recibir la notificación se dirigió al juzgado, allí estuvo hablando con la secretaria del juez, que le dijo que si en el plazo de cinco días desde que recibió la carta no tenía noticias del banco, el proceso seguía adelante y, de hecho, así ha ocurrido. “Mi casa salió a subasta y me recomendaron quedarme hasta que me echaran, pero no puedo irme, yo lo que pido es que me dejen quedarme más tiempo para encontrar un trabajo o que me den una vivienda para pagarla; yo no quiero vivir por la cara, pero no puedo pagar una hipoteca de 300 euros. Sólo quiero un techo para vivir”. 
En estos últimos días, esta vecina de San Telmo ha contactado con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y con la Junta de Andalucía por mediación de un político con el que dice haberse reunido,  donde le han dicho que iban a hacer “todo lo posible” para evitar el lanzamiento, pero Manuela sabe que el tiempo corre en su contra y piensa aprovechar como sea estas dos semanas para frenar su desahucio.

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