El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska ha decretado la prisión provisional y sin fianza para el marroquí Abdelllatif Aoulad Chiba, detenido el pasado jueves en La Línea de la Concepción acusado de planear el envenenamiento de aguas en depósitos de campings y complejos turísticos y de su presunta vinculación con el terrorismo islamista.

En el auto, hecho público este sábado, el juez imputa al detenido la comisión de un delito de integración en organización terrorista y un delito de conspiración para el asesinato.

De acuerdo con las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Civil, el detenido era el administrador general de una página de internet como foro yihadista de contenido radical, dedicada a la distribución y difusión pública de comunicados y productos mediáticos elaborados por las principales organizaciones terroristas islámicas y sus líderes.

En concreto, se orientaba específicamente al reclutamiento y captación de nuevos miembros, así como al adoctrinamiento y formación terrorista, mediante la difusión de manuales sobre diversas materias relacionadas con esa actividad delictiva y a alentar la perpetración de delitos de terrorismo.

Según el auto de la Audiencia Nacional, Abdellatif Aoulad planeaba cometer una acción terrorista “probablemente” en España y, teniendo en cuenta sus propios comunicados en diversos foros de internet, descartaría la muerte de otros musulmanes, aunque sus actos sí afectarían a “una multitud de infieles”.

Aoulad era un usuario registrado “y muy activo” de dos de los más conocidos foros yihadistas, Al Shumukh y Ansar Al Mujahideen, en los que actuaba bajo sendos seudónimos. En estos espacios virtuales, el joven marroquí mostraba una “manifestación clara de adoctrinamiento y captación” para las actividades terroristas.

Radicalidad
Entre los ejemplos que destaca el auto, aparece la elaboración de un comunicado (Mata a un infiel y golpea a Europa y América), en el que incitaba a los miembros de foros yihadistas a “llevar armas encima, acechar a los turistas judíos y cristianos y los ayudantes del sistema tirano”.

Según las investigaciones previas, la “radicalidad y decisión” de Aoulad para cometer un atentado “fueron aumentando con el paso de los días” y los métodos que contemplaba para llevarlos a cabo “se iban diversificando”.

Además, el riesgo aumentó al entrar el detenido en contacto con otros usuarios de la misma red que pusieron a su disposición “diversos manuales para la fabricación y uso de venenos, tóxicos y explosivos”.