Antes de la actuación, la organización, a cargo del Ayuntamiento de Castellar y la Peña Al Duende, con la colaboración de la Diputación de Cádiz, quiso recordar al flamencólogo sanroqueño Agustín Delgado, presentador fiel a esta cita que no ha podido acudir en esta edición por problemas de salud, al que se le brindó un emotivo aplauso deseándole una pronta recuperación y a Manuel Moreno Junquera, Moraíto chico, guitarrista fallecido esta semana que ha puesto de luto al mundo del flamenco.
La noche comenzaba con la actuación de la sevillana Alicia Gil, acompañada de Lito Espinosa a la guitarra y a las palmas de Enrique Heredia y David Chupete. Soleás y Bulerías ligeramente dilatadas en el tiempo sobre el escenario que ambientaron la plaza.
Le siguieron Son de la Frontera, conversión de Son de Morón con las guitarras de los hermanos Paco e Ignacio de Amparo, sobrinos nietos del gran Diego del Gastor, las bulerías y el baile de Javier Heredia y el cante de Teresa Ríos y el algecireño José Lérida El Pañero, que ocupó el puesto de uno de los cantaores que se cayó del cartel a última hora. La genialidad del toque de Morón llevó al público hasta el descanso.
Tras la media hora de rigor, el segundo pase fue para los Herederos de la Dinastía Agujeta de Jerez. En primer lugar, los hijos de Dolores de los Santos, la ‘Agujeta de Jerez’ hicieron 45 minutos de flamenco. ‘La tribu jipitana’ se plantó en el escenario con el toque de Diego, el cante de Trini, Emilia y La Sori y las palmas de Perico y Marquitos.
Acto seguido, dieron paso a su madre, cantaora de referencia, gran reserva jerezana, que copó su actuación con un martinete a pelo en la plaza rendida a su duende. Fin de fiestas al compás de Morón, Jerez y Algeciras a las 3.30 horas de la mañana.
