El Ayuntamiento de La Línea de la Concepción (Cádiz) ha comenzado hoy los trabajos de retirada de las obras realizadas para implantar un peaje a los vehículos que accediesen a Gibraltar.

El nuevo equipo de gobierno municipal (PSOE, IU y PA) ha comenzado así las actuaciones llevadas a cabo por los anteriores responsables municipales (PP) para aplicar lo que denominaron "tasa de descongestión".

El anterior alcalde, Alejandro Sánchez (PP), justificaba la medida aludiendo a los "perjuicios económicos y medioambientales" que ocasionaba el "continuo trasiego" de vehículos que accedían a Gibraltar desde el municipio.

La actual alcaldesa, Gemma Araujo (PSOE), ha presidido el acto de retirada del bordillo que había sido construido para desviar los vehículos que deberían pagar el peaje.

Araujo ha estado acompañada de los concejales Andrés Martín (IU) y Angel Villar (PA), así como de unos 300 ciudadanos.

"La amplia mayoría de los linenses opinaba que esta política de hostigamiento no era el camino", ha dicho Araujo, quien ha explicado que se trata "no sólo de un gesto hacia Gibraltar, sino hacia todo el mundo, para demostrar que el diálogo es la única vía para conseguir algo positivo para ambos pueblos".

"Vamos a eliminar no este muro de la vergüenza, pero sí este bordillo de la vergüenza, con todo lo que ha significado para los linenses", ha añadido la regidora.

El presidente de la asociación de trabajadores españoles en Gibraltar Ascteg, Salvador Molina, ha asistido al acto "en calidad de ciudadano" y ha lamentado que el Consistorio no haya invitado a Ascteg como asociación.

"El bordillo es algo que no se tenía que haber puesto nunca y, aunque hay que celebrar que lo quiten, estamos dolidos porque no se nos ha invitado, a pesar de que fuimos pioneros en protestar y recoger firmas para que se retirara".

"Nos costó que señores del Ayuntamiento mandados por el alcalde recogieran firmas para que se nos hiciera hijos adoptivos de Gibraltar porque nos acusaba de defender los intereses del Peñón", ha dicho Molina.

Molina ha denunciado además el "estancamiento" de las negociaciones sobre las condiciones laborales de los trabajadores españoles en Gibraltar, cerca de 4.000, y ha solicitado al Gobierno español que aborde su situación porque, "no se ha atendido" desde la reunión que celebraron hace dos años y medio con el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos.