La gestión del tranvía de Jaén (en cocheras desde hace siete años) ha pasado ya desde el Ayuntamiento a la Junta de Andalucía, tras aprobar la semana pasada su declaración de interés metropolitano. La Consejería de Fomento ya ha avanzado que la explotación se hará mediante licitación pública. Sin embargo, según ha podido saber este periódico, Fomento baraja realizar dos contratos diferenciados: por un lado, la explotación del servicio en sí y, de otro lado, el mantenimiento de las vías y catenarias de los algo más de 4,7 kilómetros del sistema tranviario. Desde Fomento se recuerda, no obstante, que antes hay que abordar la redacción del convenio a tres bandas (Ayuntamiento, Junta y Diputación) que actualice los nuevos compromisos de financiación alcanzados entre las tres instituciones (75% la Junta, 25% el Consistorio y la Diputación, patrocinio publicitario).
Mientras tanto, el sindicato Comisiones Obreras ha pedido que se agilicen los trámites para la puesta en marcha del tranvía jienense y considera que es de “justicia laboral” la recolocación de los maquinistas que en su día realizaron los cursos de formación del tranvía. Así lo expuso ayer el secretario provincial de CCOO, Francisco Cantero, tras la celebración del consejo provincial del sindicato en el que también se abogó por la construcción de la estación intermodal de transportes en el actual emplazamiento de Renfe, y no en Vaciacostales como pretende el alcalde jienense, Javier Márquez, que contaba ya con el beneplácito del anterior ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, para ejecutar el proyecto que, por otro lado, está contemplado en el nuevo PGOU de la ciudad.
Matinsreg
De otro lado, el secretario provincial de CCOO se pronunció ayer sobre el caso Matinsreg, por el que hay nueve personas investigadas por cinco presuntos delitos relacionados con las facturas que se giraron a la empresa del mantenimiento de las fuentes públicas ornamentales de la ciudad. Cantero recordó que ya en 2012 el sindicato llevó ante la Justicia la rescisión de ese servicio a la empresa Imesapi, que dejó en la calle a 35 trabajadores, y se pidió, sin éxito, la subrogación de esa plantilla en la nueva empresa. Sin embargo, el Tribunal Supremo desestimó el contencioso de CCOO al estimar que Matinsreg no era una adjudicataria, sino que recibió a dedo la concesión.
