Cada vez son más personas las demandantes de alimentos que acuden a Cáritas Diocesana, a las instituciones con las que trabaja el Banco de Alimentos y a espacios, que improvisados, llevan años convertidos en comedores sociales, como es el caso de la parroquia de Belén y San Roque.
La situación no ha remitido, sino que sigue en aumento y de una forma “alarmante”, como asegura el director de Cáritas Diocesana en Jaén, Rafael López-Sidro, que recuerda que tuvieron que proceder a la apertura de un día más (dos en total) de su banco de alimentos para atender a personas necesitadas. “Si abriéramos un día más también acudirían más personas para recoger alimentos”, valora López-Sidro, asegurando que reciben un tercio menos de excedentes de la Unión Europea. De ahí que estén estudiando otras vías para recaudar fondos.
El comedor de la parroquia de San Roque volvió a ofrecer cenas el pasado 1 de septiembre y la demanda es la misma.
El Banco de Alimentos recibe cada vez más peticiones de nuevas instituciones y asociaciones que demandan alimentos, a pesar de que ya atiende a 130, que reparte los productos entre 35.000 personas. “Estamos desbordados”, valora su presidente, Diego Valero. A lo largo del año han repartido 900.000 kilos de alimentos en la provincia.