El tiempo en: Alcalá la Real
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Huelva

Los fármacos financiados para dejar de fumar movilizan a los onubenses

Huelva es la segunda provincia de Andalucía donde más personas fuman a diario, en concreto, un 31,5% de la población mayor de 16 años

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Tabaco. -

La entrada de dos fármacos para dejar de fumar, la vareniclina y el bupropion, en el grupo de los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud ha despertado el interés de los onubenses por abandonar el tabaquismo, según están constatando desde la Junta de Andalucía y el Colegio de Farmacéuticos de Huelva.

Los fármacos se prescriben de forma subvencionada desde el pasado 1 de enero y muchos onubenses han comenzado el año acercándose a sus farmacias para saber cómo pueden obtenerlos.

“La expectación existe y estamos recibiendo muchas consultas de los pacientes interesándose por el tratamiento”, explica a Viva Huelva el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Huelva, Jorge Juan García Maestre, que recuerda que las farmacias no solo colaboran con los programas de deshabituación dispensando los medicamentos recetados por los médicos sino también haciendo seguimiento y asesorando a los pacientes.

La instauración de la gratuidad de estos fármacos ha provocado, incluso, desabastecimiento del producto en las farmacias. Sin embargo, aclara García Maestre, esta situación no hay que achacarla solo a la alta demanda sino a los cambios en los envases de los productos que implica su entrada entre los fármacos financiados ya que ahora tienen que llevar el cupón precinto en su caja.

“El mercado aún no está preparado”, explica el presidente de los farmacéuticos onubenses, que espera que el suministro pueda estar reestablecido con normalidad en los próximos días.

También confirma este aumento del interés por dejar de fumar Marcos García Rueda,  director general del Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA). “Aunque aún no disponemos de datos estadísticos podemos decir de forma subjetiva que sí, la demanda ha crecido”, señala el neumólogo a Viva Huelva.

Esta circunstancia es especialmente importante, según García Rueda, en una de las provincias con mayor prevalencia de tabaquismo de Andalucía. Según la última Encuesta Andaluza de Salud elaborada por la Junta de Andalucía el 31,5 por ciento de los onubenses mayores de 16 años eran fumadores en 2015. El dato coloca a Huelva como la segunda provincia donde más personas fuman a diario, solo adelantada por Cádiz, con un 32,4% de fumadores.

Aunque la cifra supone un descenso respecto a la anterior encuesta, elaborada en 2011, que marcaba un porcentaje de fumadores del 34,6 %, sigue demostrando que es necesario seguir “ayudando a los fumadores para que abandonen este hábito”, sostiene García Rueda.

La financiación de los fármacos puede suponer un aliciente en este sentido, según el responsable del PITA, porque aunque estos fármacos existen desde el año 2006 su coste -situado en torno a unos 100 euros- lo alejaba de muchos usuarios.

García Rueda recuerda que no todos los fumadores pueden conseguir estos fármacos subvencionados ya que, para ello, hay que cumplir una serie de requisitos establecidos por el Ministerio de Salud.

Así, esta medida va dirigida a fumadores que tengan una motivación expresa de dejar de fumar que se pueda constatar con un intento realizado en el último año, que consuman diez o más cigarrillos al día y que tengan un alto nivel de dependencia. Para conseguir la prescripción del medicamento los pacientes deben estar incluidos en un grupo de apoyo de deshabituación y solo se financiará un intento anual por paciente.

Lo primero que tiene que hacer un fumador que quiera dejar los cigarrillos es acudir a su médico de cabecera. En cada centro de salud, explica el responsable del PITA, se aborda la intervención de diferente manera, ya sea de forma individual o grupal. La estrategia que se sigue es la que la evidencia científica ha demostrado como más eficaz, la que combina fármacos con apoyo psicológico.

El fármaco financiado, señala García Rueda, se prescribe por un mes, lo que permite a los facultativos “hacer un seguimiento” ya que la duración del tratamiento oscila entre nueve y doce semanas. 

Hasta ahora, los programas de deshabituación que se realizan en el SAS hablan de un porcentaje de éxito del 60% a los tres meses de su finalización.

 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN