En sus oídos, capacidad crítica y ecuanimidad recae la responsabilidad de juzgar el trabajo de agrupaciones que durante meses preparan sus repertorios para competir en la batalla de coplas del Gran Teatro. Cinco personas a las que se les sobreentiende la suficiente sabiduría carnavalera como para evaluar las presentaciones, pasodobles, cuplés y popurrís que defienden los grupos que dan forma al Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino. Y si encima de todo pudieran escuchar bien lo que se está contando y cantando, sería ya la leche.
Y es que miembros del jurado de anteriores ediciones del concurso colombino han hecho públicas a través de Viva Huelva sus denuncias sobre la mala acústica de su ubicación (en el palco central derecho de la entreplanta del coliseo onubense), lo que, en cierta manera, acaba desvirtuando la objetividad de su veredicto.
“A veces no escuchas nada”
Joaquín Pérez fue miembro del tribunal carnavalero en el concurso de 2011. Fue muy crítico tras su participación con diferentes aspectos del sistema de puntuación, y este lunes en Viva Huelva se mostró contundente a la hora de describir el lugar “muy malo” en el que llevó a cabo su trabajo: “Los sillones están muy metidos para adentro, si te sientas en la fila de adelante y sacas la cabeza logras escuchar, pero si te sientas en la fila de atrás es imposible porque al estar en la entreplanta, la parte de arriba se acaba comiendo la acústica”.
En este sentido, Joaquín Pérez asegura que con estos problemas para escuchar bien lo que se está representando en las tablas “se desvirtúan mucho las puntuaciones”, ya que “te pierdes cantidad de detalles” de las agrupaciones. Pérez explica que trasladó sus quejas a la junta directiva que entonces dirigía la Fopac, encabezada ese año por Kiko Bogado, pero “nunca respondió a la petición de cambio” arguyendo que en esa ubicación “estábamos más resguardados y teníamos más intimidad”.
Por su parte, Lolo Pérez fue parte del jurado carnavalero en las ediciones de 2010 y 2013: “Allí no escuchas nada”, asegura. Tal es así que describe que después de algunos de los temas del repertorio de las diferentes agrupaciones “nos preguntamos qué se ha cantado, a qué iba dedicada la letra, qué se ha dicho... Muchísimas veces no te enteras qué se ha cantado y evalúas objetivamente la música y poco más”.
Lolo Pérez, metiendo el dedo en la llaga en lo desvirtuadas que pueden llegar a quedar las puntuaciones, asegura que “en muchas ocasiones acabas puntuando por lo que te dice otro compañero”.
Otro exmiembro del jurado fue José Manuel Avilés, quien relata bajo su experiencia que “hay que estar muy atentos para captar todo lo que dicen los grupos”; y por su parte, Jesús Manuel León, otro antiguo componente del tribunal carnavalero, matiza que “como haya un poco de ruido en el exterior, no se escucha lo que cantan” y aboga por ubicar al jurado en el palco de la izquierda de la entreplanta.
La Fopac defiende el sitio
A María Ángeles Domínguez, relaciones públicas de la Fopac, no le constan estas quejas, y hace una defensa aférrima de la ubicación del jurado: “Es el único sitio donde la acústica llega perfectamente”. Enterada por Viva Huelva de las críticas al lugar donde se deciden los veredictos, Domínguez asegura que a la junta directiva de la que forma parte no le han trasladado este aspecto, y tal es así que el jurado de la edición que comenzará el próximo día 20 “ha aceptado esa ubicación”.
Pese a todo, la Fopac se reunirá este jueves con los miembros del jurado y “le comentaremos esta situación y le preguntaremos si quieren estar en otro lugar del teatro”.
Estaría bien que le dieran el lugar con mejor acústica o que al menos no tengan que apretar la cara para escuchar. Más que nada por las agrupaciones. Y porque son el jurado del concurso.
