Ecologistas en Acción alerta del “repentino y agudísimo" ennegrecimiento de las aguas del Caño de la Culata
Ecologistas en Acción ha presentado denuncia ante la Delegación Territorial de Medio Ambiente tras "el repentino y agudísimo" ennegrecimiento de las aguas del Caño de la Culata, en Cartaya (Huelva), que vierte al estuario del Río Piedras, Zona Especial de Conservación- ZEC de la Red Natura 2000 de la UE.
El vertido, según ha informado Ecologistas en un comunicado, parece provenir de la estación de bombeo de aguas residuales La Culata, correspondiente a la red de saneamiento general, siendo "sorprendente" que esta instalación tenga "vertido directo por rebose a este paraje, y que su posible mal funcionamiento derive en desastres de esta naturaleza, con la consiguiente repercusión ambiental y sanitaria".
La elección de este caño como punto de vertido no deja de ser, a juicio de la organización, "de lo menos idónea posible", ya que la acumulación natural de arenas en su salida a la Ría del Piedras hace que "no goce de una buena renovación de aguas y que ésta se circunscriba casi exclusivamente a la acción mareal" cuando acontecen mareas vivas o a grandes avenidas por lluvias, con lo que vertidos como el que se ha producido "pueden afectar a la calidad de las aguas de baño de la que tantas veces se alardea como reclamo turístico".
Han recordado incidentes similares en años pasados, lo que puede tener relación con un mantenimiento inadecuado de las instalaciones, cuya gestión está privatizada, con "vergonzosas y similares consecuencias; afección a flora y fauna del paraje y regueros de residuales sin ninguna depuración que se esparcían a lo largo de la playa, sin que se observen soluciones adecuadas encaminadas a la preservación del medio ambiente y la salud".
Desde Ecologistas en Acción vienen denunciando los problemas que se acumulan en la aglomeración urbana de El Portil, gestionada independientemente desde dos municipios, Cartaya y Punta Umbría, que no se diferencian en su falta de actuaciones de respeto y preservación del medio natural.
Las ocupaciones del cordón dunar por cemento y ladrillo o el acoso urbanizante sin control, ya están teniendo consecuencias para habitantes y usuarias de la urbanización que "fueron seducidos por el reclamo de un entorno natural, cuyo estado es cada vez más deplorable, siendo el último ejemplo penoso este episodio de contaminación en el Caño de la Culata", han concluido.