El Caminito del Rey, una senda aérea construida en las paredes del Desfiladero de los Gaitanes, en la provincia de Málaga, que recibe más de 370.000 visitantes al año, ha sentado las bases para aumentar la seguridad del enclave, con la elaboración de un estudio pionero para prevenir desprendimientos de roca.
Investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) y las universidades de Jaén y Granada, junto a la UTE del Caminito y la Diputación de Málaga han desarrollado un modelo tridimensional de alta resolución del sendero que proporciona puntos críticos y simula posibles desprendimientos.
A partir de este diagnóstico, se definirán medidas concretas para minimizar el riesgo.
En diciembre de 2022 se produjo un desprendimiento que afectó a la zona norte del Caminito del Rey, que estuvo cerrado tres días para restaurar los daños materiales producidos durante una lluvia intensa y abrió con un recorrido circular provisional antes de su reapertura completa.
La Diputación de Málaga anunció en mayo del pasado año la realización de un estudio pionero, una "herramienta valiosísima porque sienta las bases para aumentar más la seguridad de este espacio", ha explicado este martes en rueda de prensa su presidente, Francisco Salado.
El Caminito del Rey, que desde su restauración en 2015 ha sido "un revulsivo" del turismo de interior en la Costa del Sol, se sitúa con este estudio "a la vanguardia internacional" en seguridad de turismo activo, ha subrayado Salado.
Un estudio con Yosemite como referente
A este respecto, Jorge Pedro Galve, especialista en riesgos geológicos de la Universidad de Granada, ha asegurado que el estudio ha llegado a la mejor calidad disponible en la actualidad, cuyo referente es el parque nacional de Yosemite (California, EEUU), que desde su apertura ha tenido problemas de desprendimientos.
Aunque Yosemite lo visitan 3,9 millones de personas al año, su área es de 3.000 kilómetros cuadrados, mientras que en el Caminito sus más de 370.000 visitantes se concentran en un sendero de 2 kilómetros cuadrados.
El Caminito del Rey contaba con un informe previo, pero esta investigación da "un salto cualitativo enorme", ha destacado Galve, que ha incidido en que tiene como objetivo incrementar la seguridad.
"Actualmente es seguro porque por ahí han pasado casi 400.000 personas al año y todavía no ha pasado nada", ha recalcado el experto, que ha subrayado su carácter preventivo.
Para recabar la información, en este entorno "tan complejo" por su orografía, se ha empleado diferente tecnología de captura visual como drones o escáneres láser y cartografía móvil, utilizada desde las pasarelas y en los días que no había presencia de público, ha afirmado José Luis Pérez, profesor de la Universidad de Jaén.
Con la fusión de todas las capturas realizadas se ha generado un modelo gemelo tridimensional del Caminito, ha explicado.
Roberto Sarro, del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) ha indicado que las principales herramientas para afrontar los desprendimientos de roca son las preventivas.
Debido a las particularidades del Caminito, que cuenta con "cañones muy angostos y paredes verticales", los investigadores decidieron hacer un enfoque a distinta escala, tanto en toda la extensión (zonal) como individual.
El estudio, que ha tenido en cuenta lo sucedido en 2022 y ha analizado los impactos sufridos por la pasarela existente antes de la restauración del enclave, ha involucrado a doce especialistas en el ámbito de los desprendimientos de roca.
El gerente de la UTE del Caminito (Sando, Salzillo y Mundo), Francisco Vázquez, ha comentado que también forma parte de esta previsión de riesgos la instalación de una estación meteorológica en coordinación con Aemet en el enclave, un reclamo de turismo activo que acumula 42 millones de impactos al año en redes sociales.