La exposición dedicada a la pintora granadina Aurelia Navarro, bajo el título 'La poética de la intimidad', ha sido visitada por más de 10.000 personas desde que se abrió el 17 de septiembre y hasta su clausura el 12 de diciembre en el Museo Casa de los Tiros de Granada , de los casi 4.000 son granadinos, el resto turistas.
Los buenos datos de visitas a la muestra llevó a la institución a ampliar el tiempo de exhibición, lo que también permitió que los asistentes al congreso dedicado a la artista pudieran disfrutar de la muestra los días 18 y 19 de noviembre.
Junto a su emblemático 'Desnudo de mujer', más de 70 obras inéditas pertenecientes a las colecciones de la familia de la artista han podido verse en las distintas salas gracias al esfuerzo de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico a través del Museo Casa de los Tiros y la colaboración de la familia de la artista.
Con esta iniciativa "hemos intentado rescatar la figura y la obra de una artista reconocida en su tiempo pero que después calló en el olvido", ha señalado el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta en Granada, Antonio Granados, quien ha agradecido de nuevo a la familia y los comisarios "su esfuerzo para hacer realidad la muestra".
Asimismo, el delegado de Cultura y Patrimonio Histórico ha comentado que el esfuerzo realizado en la organización de la primera muestra en solitario de la obra de la pintora granadina ha servido de acicate para que se la reconozca en su ciudad, pero también, para que suscite interés en otras capitales cómo Córdoba, dónde la Junta trabaja para que su museo de Bellas Artes acoja en los próximos meses la obra que ha estado expuesta en la Casa de los Tiros.
Aurelia Navarro Moreno (Pulianas, Granada, 1882-Córdoba, 1968) constituye un caso de particular interés en la escena artística española de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Por un lado, su itinerario profesional representa el de otras artistas coetáneas --muchas de ellas aún poco conocidas-- que, pese a los obstáculos derivados del hecho de ser mujeres en una sociedad marcadamente patriarcal consiguieron desarrollar su talento creativo y, más aún, ocupar un lugar propio en el panorama artístico nacional.
Por otro lado, por la valoración de su talento creativo por parte de la crítica coetánea que superó, de forma generalizada, el sesgo sexista con el que habitualmente se juzgaban las obras realizadas por las artistas.
La trayectoria artística de Aurelia Navarro fue tan breve como intensa. Alcanzó su plenitud con apenas 26 años, lo que auguraba una prometedora carrera como pintora que, sin embargo, fue languideciendo paulatinamente en la segunda década del siglo XX, siendo prácticamente abandonada en 1923, cuando ingresó en el convento de las Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento de Córdoba.
Posteriormente, tras haber obtenido el aplauso de sus contemporáneos a comienzos del siglo XX, la historiografía artística ensombreció su figura hasta hacerla desaparecer y hubo que esperar a estudios recientes para que fuera rescatada del olvido histórico y para que fuesen valoradas, de forma justa, sus aportaciones al arte español de las primeras décadas de la centuria.
