El ministro marroquí del Interior, Abdeluafi Laftit, dijo hoy a su colega español, Juan Ignacio Zoido, que es necesario "una atención especial" puesta en las mezquitas y los imanes que ejercen en España y que tienen una influencia directa en los hijos de la emigración.
En una breve comparecencia ante los medios tras la reunión bilateral en la sede del ministerio del Interior en Rabat, y después de que los dos ministros recalcaran la "excelente cooperación" a nivel policial entre los dos países, Laftit fue más allá de las cuestiones policiales.
"Los hijos de los emigrantes marroquíes de segunda y tercera generación que nacieron en los países europeos necesiten una atención especial que evite que caigan en las garras del terrorismo", dijo Laftit a los periodistas en presencia de Zoido.
El ministro marroquí dijo que hablaba "concretamente de (el ámbito) dentro de las mezquitas no controladas y de algunos imanes extremistas", entrando así en el debate que tiene lugar en España sobre los medios de controlar la actividad de las mezquitas y oratorios musulmanes.
Fuentes asistentes a la reunión entre los ministros dijeron que Laftit evocó efectivamente la cuestión de los imanes y sus requisitos para ejercer en España, y ofreció la cooperación de Marruecos en el terreno, poniendo el ejemplo de Francia, país con el que existe un convenio de formación de imanes.
En cualquier caso, y en caso de avanzar en este campo, una colaboración en ese terreno pasaría en España por el Ministerio de Justicia, que es el que tiene competencias en ese ámbito.
Intercambio de información
Asimismo, los ministros del Interior de España, Juan Ignacio Zoido, y de Marruecos, Abdeluafi Laftit, coincidieron hoy en la necesidad de intensificar el intercambio de información y las políticas preventivas para evitar atentados terroristas como los de Barcelona y Cambrils del día 17, que causaron 16 muertos.
En su tercera visita a Rabat desde que asumió el cargo, Zoido se reunió con Laftit, al que agradeció en público en al menos tres ocasiones la "cooperación necesaria, magnífica y leal" de Marruecos, no solo en la lucha contra el terrorismo sino también contra la emigración ilegal.
A Zoido le acompañaron en su visita a Marruecos la cúpula del ministerio español en tareas de información: José Luis Oliveras, director del Centro de Inteligencia y Coordinación antiterrorista, Enrique Barón, comisario general de información de la Policía, y el general Pablo Sala, jefe del servicio de información de la Guardia Civil, quienes mantuvieron sendas reuniones con sus homólogos marroquíes.
Si las miradas se habían vuelto a Marruecos por el hecho de que once de los doce terroristas de la célula catalana eran marroquíes, Zoido fue categórico: "la estrecha colaboración entre España y Marruecos en materia antiterrorista está ofreciendo buenos resultados", dijo en rueda de prensa tras reunirse con su homólogo.
Esta cooperación policial debe reforzarse "en la prevención y la lucha de la radicalización violenta -reflexionó- comenzando por las raíces donde se gesta la ideología terrorista".
Dado que la amenaza terrorista es un fenómeno "en constante evolución (...), es fundamental reforzar aún más el intercambio de información entre nuestros dos países sobre individuos susceptibles de incitar a la radicalización".
En este sentido, el ministro Abdeluafi Laftit fue más lejos y apuntó su dedo acusador contra las mezquitas anárquicas y los imanes extremistas que actúan en España, en clara alusión al imán de Ripoll, Abdelbaki es Satty, considerado cerebro de la célula catalana y fallecido en la casa de Alcanar donde los terroristas fabricaban explosivos.
"Los hijos de los emigrantes marroquíes de segunda y tercera generación que nacieron en los países europeos necesitan una atención especial que evite que caigan en las garras del terrorismo", dijo Laftit a los periodistas en presencia de Zoido.
El ministro marroquí dijo que hablaba "concretamente de (el ámbito) dentro de las mezquitas no controladas y de algunos imanes extremistas".