Para que no vuelva a ocurrir, el grupo Pueblo por el Tratamiento Ético de los Animales (PETA) anunció que enviará al presidente un cazamoscas que le permitiría atraparlas y después liberarlas.
“Apoyamos la conmiseración hasta con los animales más pequeños y menos simpáticos”, señaló Bruce Friedrich, portavoz de PETA. Durante la entrevista con el corresponsal de CNBC en la Casa Blanca, la insistente mosca se convirtió en un tercer personaje de la conversación.
“Sal de aquí”, exclamó molesto el presidente estadounidense y cuando la mosca se posó sobre una superficie la destrozó de un manotazo.