Los traductores afganos que han trabajado para las tropas españolas en Afganistán enviaron el pasado viernes una carta al Rey don Juan Carlos en la que le piden que "interceda" en su favor ante el ministro de Defensa, Pedro Morenés, para que puedan obtener un visado por razones humanitarias que les permita viajar a España.
La carta, a la que ha tenido acceso Europa Press, ha sido enviada por la doctora en Estudios Islámicos e Investigadora del Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPENAM), Ana Ballesteros, quien ha explicado que la misiva está firmada por ocho de los cerca de 40 traductores afganos que trabajaron para el Ejército en la provincia de Badghis, en el noroeste del país.
No obstante, ha detallado que si la carta no ha sido firmada por más traductores ha sido por la dificultad de las comunicaciones que existen en Afganistán, si bien ha indicado que todos ellos estaban de acuerdo en enviarla al Rey para intentar que solucione su situación de "riesgo y vulnerabilidad total".
Ballesteros puso en marcha a mediados de septiembre una campaña a través de la plataforma Change.org mediante la cual ha recogido un total de 65.880 firmas para pedir al Gobierno que se conceda un visado a los traductores afganos, teniendo en cuenta, según critica, que España es la "excepción", dado que ha sido uno de los pocos países que no ha concedido visado ni asilo a sus traductores, a diferencia de lo que han hecho Alemania, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Nueva Zelanda y Noruega.
En la citada carta, Ballesteros recuerda al monarca, en nombre de los traductores, que el trabajo que éstos han hecho "ha facilitado" la misión del contingente español en Afganistán durante casi una década, de forma que "sin ellos no habría sido posible su labor".
"Han trabajado codo con codo con los soldados españoles y sus mandos, corriendo los mismos peligros y poniendo en riesgo sus vidas", reza la misiva, que advierte de que ahora que España se ha replegado de Badghis, y que el grueso de las fuerzas internacionales lo harán de Afganistán el año que viene, los traductores son "objetivo de la insurgencia y uno de los colectivos principales de riesgo, según las directrices del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para 2013.
Además, añade que estos trabajadores se encuentran "estigmatizados socialmente" por haber hecho labores para las fuerzas extranjeras, por lo que sus posibilidades de encontrar un nuevo empleo en Afganistán son "casi nulas".
"ESCAPAR DE AFGANISTÁN"
Así lo ha confirmado a Europa Press uno de los traductores, residente en Kabul y firmante de la carta, Ghulam Haidar, quien ha asegurado que muchos vecinos le miran "mal" por haber estado trabajando con las tropas españolas, vistiendo incluso el uniforme militar, mientras que en otras provincias afganas, algunos de estos trabajadores no pueden trasladarse lejos de sus casas porque "corren peligro".
"Hace un mes presentamos una carta en la Embajada española para pedir un visado, pero no nos han contestado", ha lamentado, al tiempo que ha subrayado que lo único que piden los traductores es que les "lleven a España y allí pedir asilo político", mientras que otros únicamente solicitan trabajar en la Embajada.
Haidar ha recordado que la mayoría de traductores trabajaron para el Ejército español entre 2010 y 2013 y ha revelado que, mientras los intérpretes esperan la respuesta de España a su solicitud de visado y ante la situación de "inseguridad" y de falta de trabajo, la mayoría "quiere escapar de Afganistán a través de traficantes que trasladan a personas de manera ilegal a otros países europeos o a Canadá".
De este modo, en la carta remitida al Rey los traductores le piden que "se interese" por ellos y le desvelan que el Ministerio de Defensa asegura que ha puesto en marcha un programa de acogida para los intérpretes, "pero ninguno de ellos lo conoce ni ha sido informado de la posibilidad de beneficiarse de estas supuestas ayudas".
En este sentido, indican que en la actualidad estos trabajadores han solicitado un visado para viajar a España por razones humanitarias, pero "de momento sin éxito". "En total, se trata de unas 40 personas, la mayoría chicos muy jóvenes sin cargas familiares, por lo que estimo que España puede permitirse hacerse cargo de ellos por motivos humanitarios", señala Ana Ballesteros en la misiva, en la que agradece la atención del monarca y le desea una "pronta recuperación" de su reciente operación.
QUEJA ANTE LA DEFENSORA DEL PUEBLO
Por su parte, el pasado 29 de octubre el abogado de los traductores afganos, Arsenio García, presentó una queja ante la Defensora del Pueblo en la que denuncia el "incumplimiento" por parte del Gobierno de la normativa europea respecto a las solicitudes de visado y las peticiones para inscribirse en el plan de acogida de las Fuerzas Armadas planteadas por los intérpretes.
En la citada queja, a la que ha tenido acceso Europa Press, el letrado recuerda que en febrero de este año, con el inicio del repliegue de las tropas españolas de la provincia afgana de Badghis, empezaron a concluir los contratos de los intérpretes con las Fuerzas Armadas.
Concretamente, estos contratos consistían en un sueldo de 520 euros mensuales a razón de 30 días laborables durante siete horas diarias, de los que cuatro jornadas eran consideradas no laborables, pero que se disfrutaban en virtud de las necesidades del servicio.
Además, según el contrato, consultado por Europa Press, se pagaban cinco euros diarios en caso de que los traductores tuvieran que hacer un servicio en condiciones "particulares de dificultad, con carácter normal y no periódico", así como cinco euros por cada nocturnidad realizada, que era un servicio que se prestaba con carácter excepcional y no periódico, entre las 20.00 y las 4.00 horas, con una duración mínima de dos horas y una máxima de seis.
El letrado de los traductores apunta que el 25 de septiembre de este año finalizó la marcha de las fuerzas españolas de Badghis, día en el que los intérpretes presentaron una solicitud de visado a España por razones humanitarias en la Embajada española en Kabul, si bien critica que ésta se negó a darles un resguardo que demuestre que presentaron esa documentación.
Así, ha indicado que en virtud de la normativa europea (Código de Visados Schengen), la Embajada debía haber respondido a estas peticiones de visado en un plazo de 15 días, es decir, el 10 de octubre, un plazo que puede ser ampliado a 30 días o dos meses, si bien "nadie les ha comunicado la ampliación del plazo".
"Si no les van a conceder los visados, al menos que les contesten para poder recurrir la decisión ante el Tribunal Contencioso Administrativo", resalta, al tiempo que señala que sin resguardo de la petición, no se puede acudir a los tribunales.
Por otro lado, el 11 de septiembre los intérpretes presentaron en la Embajada de España en Kabul una solicitud de protección internacional, con 24 nombres, siete de ellos firmados, que les sellaron. Por su parte, dos intérpretes más la presentaron en Qala-i-Naw.
En la queja, recuerda que el 13 de septiembre se publicó en algunos medios que Defensa reconocía la existencia de un plan de acogida para el personal que haya colaborado con las Fuerzas Armadas, que prevé tres soluciones: una indemnización económica, el traslado de zona dentro del país o traslado a España para que se pueda solicitar protección internacional.
Así, los traductores se pusieron en contacto con la Embajada española en Kabul para presentar, cada uno, una solicitud de visado para trasladarse a España y solicitar desde ahí protección internacional.