Rafael, nacido en Jerez de la Frontera, se traslada a Sevilla en 1997 por necesidades laborales, siempre vinculadas al sector librero. Pasa por varias localizaciones hasta ser requerido en 2000 para la organización y posterior apertura, en 2001, del establecimiento sevillano, en el que desarrolló labores de jefe de sección hasta llegar a la dirección hace ahora justo un año.
¿Cómo definiría La Casa Del Libro?
–Es un punto de encuentro entre lectores y escritores; acercamos a los autores a las personas que se interesan por sus escritos e intentamos la interacción entre ellos. Esa ha sido nuestra vocación desde el principio. Aportamos a la vida cultural de la ciudad no sólo el soporte tradicional del libro, también el electrónico, que complementamos con una serie de actividades como presentaciones de libros, charlas, tertulias, coloquios, mesas redondas y exposiciones de pintura, fotografía e incluso escultura. Pretendemos acercar a las librerías a un segmento de la población que no lo hace por sí solo pero que, al descubrirnos se da cuenta de que lo que le interesa, por muy extraño que sea, sí está en los libros.
Háblenos de esas actividades.
–Se han realizado muchas en estos años, aunque algunas de ellas ha resultado especialmente gratificantes como, por ejemplo, la mesa redonda celebrada en 2010 con motivo del 30 aniversario del 23 F, en la que Juan Carlos Blanco actuó como moderador y los tertulianos fueron Antonio Feito, Jesús Chacón, Antonio Zoido y Mercedes de Pablos. Gracias al gran carisma de los participantes se creó una atmósfera muy especial ante un numeroso público. También fue muy especial el ciclo ‘Jornadas de la muerte’. Fueron tres sesiones independientes llamadas ‘La muerte en imágenes’ -donde se proyectó el cortometraje, producido por Antonio Banderas, La Dama y la Muerte-, ‘La muerte y el teatro’, y ‘La muerte y la palabra’, en las que sentamos a la misma mesa a un médico, un sacerdote, un antropólogo y un masón. La mezcla resultó de lo más original y productiva. Y destacaría, sin duda, la presentación el último libro escrito por Josep Borrel y Andreu Misse, que resultó dinámica y muy interesante para los muchos asistentes.
Y exposiciones...
–Estudiando nuestro espacio nos dimos cuenta de que la escalera y sus descansillos eran un auténtico “no lugar”. Decidimos darle contenido haciéndolos culturalmente ricos y la apuesta ha sido satisfactoria a todas luces. Celebramos entre ocho y doce exposiciones al año.
Y habrá continuidad...
–En febrero comienzan una serie de mesas redondas en las que se debatirá sobre la música y los músicos sevillanos. La primera, que tendrá lugar el 22, estará dedicada a la figura de Silvio Fernández Melgarejo, al haberse cumplido hace pocas fechas el décimo aniversario de su muerte, y se complementará con una exposición fotográfica sobre los músicos sevillanos. Haremos un esfuerzo para que los visitantes encuentren en nuestras estanterías la mayor cantidad posible de publicaciones sobre este tema. Pero no será la temática exclusiva. También realizaremos mesas de danza, teatro, cine y otras disciplinas.
