La prensa, sobre todo los medios gráficos, fueron los primeros en arribar a la zona acotada. Una decena de furgones flanqueaban el edificio de la Audiencia y el despliegue policial fue más numeroso e intenso de lo normal. La llegada de los imputados fue escalonada. Los primeros en aparecer -08.55 horas- fueron el hermano del asesino confeso, Francisco Javier Delgado, y su novia, María García.Después entraron en la Audiencia la familia de Marta -09.30 horas- seguidos, cinco minutos después, por Samuel Benítez, que llegó solo y se mostró altivo.El último en llegar, por la parte de atrás y en un furgón -se marchó de la misma manera-, fue Miguel Carcaño.
Momento tenso
La respuesta fue tal que durante el transcurso de la vista una decena de periodistas accedieron a la sala, ocupando parte de las 64 plazas destinadas al público, que fueron todas cubiertas. Pero el momento más tenso se produjo con la salida de los imputados, a los que el público congregado dedicaron expresiones como “asesinos”, “hijos de puta”, “podría ser tu hijo” o “cadena perpetua”.Quizás el peor parado, debido a su actitud chulesca, fue Samuel Benítez, que tuvo que salir escoltado por una docena de policías nacionales y a quien a punto estuvieron de agredir físicamente. Un oportuno taxi le salvó de un probable ensañamiento. El joven respondió a los insultos con una peineta.