"La ciega violencia de 3.000 delincuentes encapuchados ha eclipsado la protesta de miles de personas", señalan.
El ministro del Interior de Italia, Roberto Maroni, definió hoy como un acto de "terrorismo urbano" los graves disturbios registrados el pasado sábado en Roma durante la manifestación del movimiento de los indignados, que se saldaron con 140 heridos y millonarios daños materiales.
Durante una comparecencia extraordinaria en el pleno del Senado, Maroni afirmó que la "ciega violencia" de unos 3.000 encapuchados consiguió eclipsar la protesta de los ciudadanos pacíficos y apostó por que Italia adopte nuevas medidas, entre ellas la detención preventiva, para evitar que se repitan hechos como esos.
El pasado sábado en Roma salió a escena "una nueva -en muchos sentidos inédita- forma de terrorismo, que podríamos llamar terrorismo urbano", comentó el ministro de Interior, en una comparecencia retransmitida en directo por televisión.
"La ciega violencia de 3.000 delincuentes encapuchados ha eclipsado la protesta de miles de personas que querían solo manifestarse pacíficamente", agregó.
Maroni indicó que la intención de los violentos era "asaltar las sedes institucionales" de la República italiana, como la Cámara de los Diputados y el Senado, y apuntó a varios movimientos de matriz anárquica y anti-sistema como responsables de los altercados.
"Las informaciones sobre el movimiento de los violentos estaban todas, pero las normas legislativas actuales no permiten que se proceda a la detención de quien solo se sospecha que quiere participar en violencia callejera", afirmó el ministro, quien explicó que de los 140 heridos, 105 eran agentes y 35 manifestantes.
"El Parlamento tiene que aprobar nuevas medidas legislativas para permitir a las fuerzas del orden eficaces acciones de prevención para evitar que se lleve a cabo la violencia", agregó el político, citando entre esas posibles medidas un delito específico de tipo asociativo para quien ejerza violencia en las manifestaciones y mayores tutelas jurídicas para los agentes.
Entre esas posibles nuevas medidas figura además la exigencia a los organizadores de las manifestaciones de una especie de fondo de garantía que pueda cubrir eventuales daños económicos que puedan derivar de altercados.
Maroni anunció además que el Ministerio de Economía italiano ha aprobado una partida especial de 60 millones de euros destinada a reforzar la seguridad pública en Italia hasta finales de año, pues, según él, se presenta un "otoño caliente" de protestas violentas.
El pasado sábado, la Policía italiana consiguió detener a doce personas, con edades comprendidas entre los 19 y los 30 años y todos de nacionalidad italiana, salvo un rumano, para quienes la Fiscalía de Roma ha pedido la prisión preventiva bajo la acusación de resistencia a la autoridad agravada por el lanzamiento de objetos contundentes.
A estos arrestados, que pueden enfrentarse a penas de cárcel de entre 3 y 15 años, se suma el joven de 28 años de Roma conocido como "Er Pelliccia", detenido en las últimas horas tras un registro en su vivienda y que protagonizó unas de las imágenes más impactantes de los altercados al lanzar un extintor contra las fuerzas del orden.
Además este domingo la Policía italiana detuvo durante unas horas a seis jóvenes en un área de servicio de una autopista próxima a Florencia (centro del país) cuando regresaban de Roma, que fueron puestos en libertad a la espera de que se lleve a cabo una investigación sobre ellos.
Ante lo sucedido el sábado, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, prohibió ayer durante un mes del recorrido de manifestaciones por el centro histórico de la capital italiana, donde solo se podrán llevar a cabo concentraciones en varios puntos concretos que no impliquen desplazamientos.