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España

Gobierno pide a la ONU que intervenga mientras se suceden llamadas a la calma

La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha pedido hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga en la crisis provocada por el violento desalojo del campamento saharaui instalado en las cercanías de El Aaiún, mientras se suceden las llamadas a la calma y al diálogo.

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 La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha pedido hoy al Consejo de Seguridad de la ONU que intervenga en la crisis provocada por el violento desalojo del campamento saharaui instalado en las cercanías de El Aaiún, mientras se suceden las llamadas a la calma y al diálogo.

Ante las informaciones confusas procedentes del Sáhara Occidental, el PSOE y PP han optado por la prudencia en sus primeras declaraciones, realizadas mientras la agencia oficial marroquí MAP anunciaba la muerte de tres agentes de las fuerzas del orden y el Polisario denunciaba la muerte de civiles.

Varios partidos de la oposición han instado al Gobierno a dar explicaciones e Izquierda Unida, liderada por Cayo Lara, se ha sumado a una concentración ante la Embajada de Marruecos en Madrid para denunciar "la masacre" perpetrada en El Aaiún.

Desde Bolivia, donde se encuentra de visita oficial, Trinidad Jiménez ha hecho un llamamiento a la calma a Marruecos y al Frente Polisario y les ha invitado a reanudar el diálogo en la ONU para buscar soluciones a esta crisis.

En opinión de la ministra de Exteriores, se trata de un asunto de "trascendencia internacional", que el Gobierno no puede abordar de forma bilateral con Rabat, por lo que debería convocarse el Consejo de Seguridad de la ONU.

Frente a su posición, el grupo parlamentario de ERC-IU-ICV, Nafarroa Bai y el BNG han solicitado la comparecencia en el Congreso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que explique la posición del Ejecutivo ante lo sucedido en El Aaiún y también para que informe sobre las agresiones a periodistas en el país vecino.

Por su parte, el PSOE ha mostrado su preocupación por lo sucedido y ha pedido al Gobierno del país vecino que actúe "con la máxima contención".

El secretario de Organización de este partido, Marcelino Iglesias, no ha querido hacer muchos más comentarios hasta que no se aclarara la situación, pero ha recordado que Marruecos es un país "de máxima importancia" para España.

El PP ha optado por un llamamiento al diálogo y su secretaria general, Dolores de Cospedal, ha solicitado al Gobierno que auspicie las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario "para que se pueda mantener la postura de España con relación al Sahara y la posibilidad de un referéndum".

El objetivo debe ser, a su juicio, que esas conversaciones "se puedan realizar con toda la tranquilidad y sin interferencias que puedan empañar su buen fin".

Con más contundencia ha hablado el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, quien, desde Londres, ha condenado "sin ningún tipo de paliativo" el desalojo violento del campamento saharaui y ha acusado a Europa de mirar para otro lado.

El PNV también ha condenado el "asalto violento e injustificado" del campamento saharaui y ha instado al Gobierno a actuar "de inmediato" intensificando las labores diplomáticas necesarias para acabar con la situación y "evitar nuevas víctimas".

A través de un comunicado, el portavoz adjunto de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban, ha denunciado el "abuso" en el uso de la fuerza por parte de Marruecos contra "una población de refugiados que está protestando de manera pacífica".

Eusko Alkartasuna (EA) ha ido más lejos y ha pedido al Gobierno que suspenda sus relaciones con Marruecos.

También ha solicitado explicaciones a Trinidad Jiménez el eurodiputado de IU Willy Meyer, a quien la Policía marroquí impidió ayer desembarcar en El Aaiún.

El europarlamentario ha recriminado a la ministra de Exteriores que esté "siempre sonriendo" y mirando hacia otro lado ante la "violencia" de Marruecos y la ha pedido que ponga "cara seria" para decirle a Rabat que "hasta aquí hemos llegado".

Mientras se sucedían las reacciones políticas, la compañía aérea regional Binter Canarias ha decidido suspender al menos hasta el viernes los vuelos previstos entre Gran Canaria y El Aaiún ante la incertidumbre en torno a lo que sucede en el Sáhara Occidental.

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