La ley trans ha salido adelante este jueves en el Congreso con los apoyos del PSOE, Unidas Podemos y el bloque de la investidura tras superar las discrepancias entre los socios de Gobierno y parte del movimiento feminista por las diferencias de criterios sobre los menores trans y la autodeterminación de género.
En las votaciones de las enmiendas procedentes del Senado se ha abstenido la presidenta de la Comisión de Igualdad y exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, que ya se abstuvo en la anterior votación en el Congreso bajo una multa de 600 euros.
El texto reconoce la voluntad de la persona como único requisito para cambiar de sexo en el registro a partir de los 16 años, despatologizando dicho proceso, e introduce varios avances para la comunidad LGTBI.
Se trata de una de las leyes estrella del Ministerio de Igualdad, cuya titular, Irene Montero, ha prometido seguir avanzando en la conquista de derechos para el colectivo LGTBI tras su aprobación.
Una vez salvado el escollo que hizo peligrar la ley durante su tramitación parlamentaria después de que el PSOE presentara una enmienda que proponía que los menores de 16 contaran con una autorización judicial para cambiar de sexo en el registro que fue rechazada, el PSOE se ha sumado también a la celebración.
La diputada socialista, Raquel Pedraja, ha asegurado la ley que hará de España "un país más justo y respetuoso con su diversidad" y ha puesto en valor el trabajo de su partido que "una vez más ha acogido las reivindicaciones de la sociedad civil y las ha convertido en leyes".
Frente a ellos, ha censurado la postura del PP, "siempre instalado en el no", dedicado a "poner pierdas en el camino", en cada votación y en cada recurso que presentan al Tribunal Constitucional.
Desde este partido, la diputada María Jesús Moro ha alertado de los "graves defectos" y las "consecuencias lesivas" que a su juicio traerá esta ley, y se ha dirigido al PSOE para "rogarle" que paren la norma.
Se ha referido al caso de Escocia y a otros países que "han dado marcha atrás porque saben que se precipitaron" al sacar adelante este tipo de leyes y que eso ha costado "mucho sufrimiento".
A la ministra de Igualdad le ha pedido que no venda esta ley como un éxito. "No se ría de las lágrimas que provoca". "No a esta ley, no a este nuevo sí es sí", ha dicho en referencia a la ley de garantía integral de la libertad sexual que el Gobierno se ve obligado a modificar después de la rebaja de penas a numerosos agresores sexuales.
María de la Cabeza Ruiz, diputada de Vox, ha avisado que si su partido llega al Gobierno derogará la norma que, en sus palabras, es "dañina y perversa" y "no traerá derechos, sino dolor y sufrimiento". "Pierdan toda esperanza de que demos este debate por perdido", ha reseñado.
Desde el grupo Plural, Joan Baldoví ha lamentado que el ruido haya sepultado todo el trabajo realizado durante tres años, un "lodazal que todo lo embarra" y que da alas a la derecha, ha advertido al Gobierno, a quien ha reclamado que cierre de una vez una propuesta consensuada para reformar la ley del sólo sí es sí.
Ha recordado que las Cortes valencianas ya han aprobado una ley trans "y no se ha borrado nada, sólo la transfobia, sólo se han escrito derechos" y se ha dirigido a la derecha a quien ha espetado: "una vez más la realidad pasará por encima de este PP cobarde que siempre se borra de todos los derechos".
La diputada de Ciudadanos, Sara Giménez, que ha lamentado el aumento del 70 % de los delitos de odio contra las personas LGTBI, ha criticado que el gobierno no ha estado a la altura durante la tramitación de la ley y ha recordado las múltiples disputas entre PSOE y Unidas-Podemos.
"Me hubiera gustado mayor rigor y una propuesta que generara cohesión en materia de igualdad", ha subrayado Giménez, que cree que el ministerio de Irene Montero no ha sido capaz de establecer una legislación garantista con las personas trans.
El diputado del PNV, Joseba Antoni Agirretxea, por su parte, ha mostrado su apoyo a esta ley que "suma derechos y no se presenta contra nadie".