En un lugar de Europa algunos diplomáticos de los Países Bajos llamaban -nunca en voz alta, sino sottovoce- al presidente del gobierno español Don Quijote. No lo decían despectivamente, sino con ironía. Pedro Sánchez se había embarcado en una tarea que estimaban comparable a la gesta de Don Quijote de la Mancha contra los molinos de viento. Misión quimérica o directamente imposible. El objetivo: bajar el precio de la electricidad a los españoles en una apuesta más que difícil dado que hasta a los más ignorantes nos han hecho saber que el precio del gas marcaba el precio de la energía de manera exorbitante, a pesar de que las renovables, las nucleares o las hidráulicas aportan sus kilovatios a las eléctricas a precio mucho más barato. El abuso era español pero la solución era europea. Pedro Sánchez trató inicialmente de desacoplar el precio del gas del resto de la factura eléctrica e hizo una gira europea al efecto. Los oponentes fueron Alemania y los Países Bajos. Y así se llegó al Consejo Europeo. La batalla parecía perdida.
Había una segunda opción en la recámara y es la que ha salido adelante. Pero tuvo que saltar el escándalo. Dave Keating, un periodista de France-24 soltó la alarma: “La cumbre de hoy está siendo frenada por una lucha que es tan complicada como polémica: si se debe tener una intervención en el mercado para limitar los altos precios de la energía en Europa. Pedro Sánchez amenaza con vetar todas las conclusiones del Consejo si no se controlan los precios”. Pedro se enfadó -“España se juega mucho”-, se ausentó y dio el golpe que salvó sus posiciones. No logró que fuera en Europa pero, con Antonio Costa, lo consiguió para España y Portugal. La excepción ibérica. Se conoció por boca de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen: “La península ibérica tiene una situación especial, una alta carga de renovables y muy pocas interconexiones. Por ello hemos acordado un tratamiento especial para que pueda gestionar los precios de la electricidad”. Después vino la rabia de los de siempre…contra el Quijote. Los españoles, en un mes, notaremos la gestión en las facturas. Esta semana será decisiva para que la sociedad y los partidos evalúen la idoneidad de los paquetes anunciados ayer de ayudas y rebajas fiscales a familias y empresas.