Hay días y días. El Recre Portuense no tuvo el suyo. Eso es así. Nada le salió a derechas. No fue el de otros partidos. Estuvo fuera de sí y le pudo costar la primera derrota ante los suyos. El empate a tres ante el que era colista, el San Roque 'B' pudo costarle caro. Demasiado caro.

Sin intensidad, sin orden, sin ser el Recreativo de otros partidos, fue a remolque buena parte de los minutos. Y eso que éste se le puso muy favorable con un 2-0 que pareció dar mayor tranquilidad. Pero ni con el marcador de cara dio la sensación de estar cómodo. Nunca lo estuvo.

El San Roque, que hasta entonces no conocía la victoria, tuvo contra las cuerdas a los recreativistas que parecía confiado y afianzado en que la bola entraría más pronto que tarde. Buscar excusas al empate servirá para querer maquillar un punto que supo a poco.

Ni el terreno de juego, seco, irregular y peligroso, debiera servir para eludir el juego del equipo que no respondió a las expectativas.

Ni el árbitro que debió pitar el segundo penalti de la mañana. Detalles más que razones por las que el Recre no se empleó como en otras jornadas. No estuvo y no fue fiel así mismo. Debutó Juanito Pollo marcó el que abrió el marcador con un penalti perfectamente ejecutado.

Iván, de cabeza, amplió las diferencias marcando todos los tiempos y creyendo que el encuentro entraría en un terreno más cómodo. Eso fue una creencia que encontró un desenlace imprevisible.

Las contras visitantes desarmaron una y otra vez a los rojiblancos que no lucieron. El colista enseñaba una y otra vez los dientes, el Recre aguantaba la envestida como podía. Nada más. En el tramo final y cuando el Recre olía la derrota, una volea de Anzu desempolvó las telarañas de la escuadra, certificaba el 3-3 final. Respiro y gracias. El partido tonto de la temporada ha llegado en la jornada cuarta.

Ondaluz

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