Hay partidos que tienen un sabor especial o una trascendencia vital. El de ayer la tuvo para el Racing Portuense, que no quiso alargar más su certificación en la categoría y lo hizo con un señor encuentro. Partido para enmarcar para los rojiblancos. De 10. Perfecto en ambición, juego, solvencia y determinante en la efectividad.
Cuatro llegadas y tres goles que voltearon a un superado Coria, que suspiraba por el liderato y que se fue de Valdelagrana escamado por lo que tuvo que aguantar a lo largo de los 94 minutos que duró el choque.
De nada valieron las estadísticas. Ésas que recordaban que los corianos no perdían un partido en el Cuvillo hace 23 años; ésas que afirmaban que no recibían tres goles en un mismo partido; o las que afirmaban que sumaban cinco victorias consecutivas, o, sin ir más lejos, que tenían el liderato a solo dos puntos.
Todas ellas quedaron en un segundo lugar, al igual que el viento o el tapete sintético. El Coria ha descubierto a base de tantos a su bestia negra particular en el presente campeonato. Los amarillos han encajado en los dos enfrentamientos cinco goles como cinco soles.
El Tourmalet particular se cerró de la mejor de las formas. De los cuatro primeros, solo el Mairena pudo batirlos y por la mínima.
El ambiente efusivo que se vivió en la previa, con pasillo al campeón Infantil inclusive, dio más ala a un equipo que salió dispuesto a resolver pronto y por la vía rápida.
En un visto y no visto, el Racing comenzó mandando y como queriendo zanjar cuanto antes. Dicho y hecho, Raúl López, que se marcó otro encuentro perfecto, abrió la lata tras aprovecharse de una dejada magistral de Silveira. El jerezano no desaprovechó la ocasión y, en carrera al igual que un extremo, resolvió alojando el esférico al otro palo de un batido Juan.
El delirio llevó en volandas a un equipo que se creyó que podía hacer más daño del que ya estaba haciendo. El Coria, superado e incómodo, aguantó el arreón inicial como pudo. El juego alegre y combinativo de los de Mere, entusiasmaba a una grada que, al fin, disfrutaba del fútbol de los suyos como ya hacía tiempo.
La Tribuna, repleta de canteranos, sirvió de reclamo y de oda para confiar en los suyos. No defraudaron. Y para redondear más la fiesta, Expósito, en estado de gracia, nada más comenzar la reanudación, incrementó la diferencia alojando un balón dejado por Alberto Fernández. Ver para creer, otro de los gallitos caía de nuevo ante el Racing. Siete días atrás, el sonrojado fue el Algeciras, ayer, el Coria, el tercero.
Los sevillanos, sin demasiada confianza en cuanto a ocasiones se refiere, se fue despertando con alguna que otra llegada. Gómez, de cabeza, recortaba diferencias. No dio tiempo a lamentarse, un minuto más tarde de nuevo Expósito certificaba el triunfo de los que lo buscaron como nunca. El fútbol volvió a lo grande a Valdelagrana y certifica por la puerta grande su permanencia en Tercera.
Ficha técnica:
RC Portuense: Ismael, Alberto, Pedro, Capi, Raúl López, Manzano (Zarzuela 74’), Rafi Cruz, Silveira, Expósito, Juanmi (Matallanas 60’) y Natera (Elías 77’).
Coria CF: Juan, Manu II, David Feito, Luis (Dani 51’), Aurelio, Israel, Curro (Juan 51’), Víctor Salas, Gómez, Selu e Ismael (Jorge 77’).
Goles:
1-0 m. 10: Raúl López, en carrera y a pase de Silveira.
2-0 m. 47: Expósito, cruza y a la red.
2-1 m. 52: Gómez, de cabeza
3-1 m. 53: Expósito, de cabeza
Árbitro: Moreno Muñoz, de Málaga. Mostró cartulina amarilla a los locales Alberto, Manzano y Juanmi. En los sevillanos fueron amonestados David Feito y Aurelio .
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número 33 de Tercera División y celebrado en el José del Cuvillo ante unos 700 aficionados.