La aprobación de la reforma de la Ley de base de Régimen Local, cuya aprobación definitiva se puede materializar el próximo 1 de febrero en el Consejo de Ministros, es, digamos, el gran tema político a debatir estos días por las distintas formaciones por cuanto supone un punto y aparte en lo referente al municipalismo y a la política local tal y como hasta ahora se concebía. El PP defiende una postura y, nada nuevo, el PSOE otra cuando habla de “mutilar” vía reforma ese municipalismo cuyo desmadre, en gran medida, ha llevado a la quiebra al modelo público. En una de las últimas reuniones celebradas con Montoro (PP) por Valderas (IU) y Martínez Aguayo (PSOE) se plantearon el rescate para determinados ayuntamientos andaluces y, de manera especial, para cuatro: Jerez (PP), Los Palacios (IU), Barbate y La Línea (PSOE), en lo que se interpreta como un acuerdo político equitativo por siglas. Mientras que Jerez ha logrado desbloquear el 50% de la retención de la Participación de los Ingresos del Estado (PIE), La Línea y Barbate tienen retenido el 100% por sus deudas con la Seguridad Social y Los Palacios solo el 7%, pero para eso estaba Valderas. A lo que voy es que los alcaldes de estos ayuntamientos que han, imagino, contribuido por su mala gestión a este desastre financiero en estos municipios han sido premiados por sus partidos con puentes de plata en cargos públicos: Pilar Sánchez (Jerez) nueva directora del Instituto Andaluz de Cualificaciones Profesionales, Alejandro Sánchez (La Línea) jefe de gabinete del Secretario de Estado de Interior, Antonio Maestre (Los Palacios) vicepresidente del Consorcio Aguas del Huesnar.
Digo yo: ¿Cabe en esta reforma la inhabilitación para cargo público de quienes tras su gestión hayan llevado a la quiebra a instituciones como, por ejemplo, son los ayuntamientos? Porque, sinceramente, al ciudadano le cuesta digerir ese todo vale que rodea a la gestión pública.
Jerez. De entrada, Pedro Pacheco. Verle semana tras semana criticar la gestión actual, tenga o no razón, cuando él ha sido parte crucial en ese endeudamiento de mil millones de euros que sufre el Ayuntamiento raya, como poco, lo tenebroso. Pero no se corta y a diario ofrece lecciones de economía quien en su etapa, según contabilidad interna, suspendió todas las asignaturas.
Tras él, Sánchez, doña Pilar. Es difícil encontrar en política a alguien que haya puesto de acuerdo en algo a todos los demás, tanto en su partido como en los de enfrente: no hay nadie que por voluntad propia o por gusto la defienda, y solo la controversia política, y no por sintonía personal, ha provocado que Mar Moreno, Mario Jiménez o Irene García hayan salido en defensa de un nombramiento que se ha hecho entre mal y muy mal, todos lo saben, y es un sapo que internamente deben digerir para mantener los malditos equilibrios políticos. Y estos pasan en principio por mantener el control del grupo de diputados ante las dudas que aún despierta quien sustituiría a Sánchez en caso de que esta dimitiera, que es González Carretero, actual portavoz del grupo socialista en San José del Valle y que, aún en tierra de nadie, parece más cercano al sector controlado por Pizarro y Cabaña, quienes, aquí y allá, en cuanto encuentran hueco, aprietan. En eso trabaja la alcaldesa de Sanlúcar porque sabe que la permanencia de Sánchez en Diputación y en el grupo municipal socialista de Jerez es un caramelo envenenado que hay que disolver lo antes posible, de hecho a nadie deba extrañar que resueltas dudas con Carretero, de poderse, Sánchez dimita en cuestión de semanas. Este jardín anunció su nombramiento. Y ahora que los Reyes me han puesto teclado nuevo, pues eso...
Porque Jerez es clave. Muy. El PSOE lo sabe e intenta reconducir su situación interna antes de que la bomba con efecto retardado explote, de hecho el nombramiento de Sánchez, temido de antemano pero conocido por la prensa, ha sentado peor que mal entre unos compañeros de agrupación que arrastran demasiado lastre como para convertirse en alternativa real pese a la que cae en torno al Ayuntamiento. El PP en Jerez sufre desgaste, pero el PSOE hoy no es alternativa y ambos saben que su cuenta es vital en la urna que determina la Diputación: que políticamente es el objetivo, mantenerla o reconquistarla.
En base a ello la Junta ha movido pieza recurriendo vía contencioso-administrativo la RPT planteada para el personal municipal en base a un concienzudo informe jurídico que, de entrada, noquea el plan de vuelo del gobierno local, que contaba en este asunto con la inanición del gobierno autonómico. No se puede tener la felicidad completa para una semana en la que el Consistorio recibía oferta, eso sí, a pelo, para la venta de Ajemsa por parte de Aqualia y Trainasa, que si resultan adjudicatarias constituirán sociedad –no es, por tanto, una UTE- antes de la firma del contrato. Estupor en el sector porque muchos esperaban el tercer desierto consecutivo, no contaban con que los Reyes Magos existen y traían oferta envuelta en celofán para el día 14. Saldaña, por tanto, feliz.
Pacto por Andalucía. Mientras, Griñán deambula en su mundo de las ideas. Le encanta. Embutido como está en la estrategia nacional, hoy pasa sus horas reuniéndose con diestro y siniestro sobre lo que ha llamado un pacto por Andalucía mediante una ronda de contactos con partidos políticos y agentes económicos y sociales. Está bien eso. Otra cosa es que realmente sirva de algo porque idear idea perfecto, ejecutar, visto lo visto, lo contrario.
A la vez, el PP se reunió esta semana en el Alfonso XIII en un desayuno en torno a Zoido. Parecía una boda. Qué elegancia. Otra cosa se le podrá criticar al PP-A pero desde luego no mal gusto a la hora de elegir vestuario según qué acto, y cuánto bonito coche oficial a la puerta del emblemático hotel sevillano. No sé, me pregunto si pactar por Andalucía debería comenzar por moderarse un poco, todos, los elegantes en sus coches oficiales, los que rescatan a sus ayuntamientos por encima de otros y dan salidas airosas a sus alcaldes, los que buscan equilibrios políticos en base a decisiones que no son aceptables bajo ningún punto de vista, los que…
Moderarse y ganar crédito ante ese ciudadano que pasea por la calle y se pregunta de qué especie será el individuo que circula por Andalucía dentro de tan precioso coche oficial, de tintado cristal para que no le vean, que se reúne constantemente para pactar por todo, letra pequeña incluida, pero que no encuentra la fórmula de detener esta sangría en que se ha convertido nuestro presente.