Una boda que suena a chirigota añeja y viñera como pocas. Un cotillón que supo a gloria para cerrar la sesión y que encontró en estas listas su punto más macarra y desenfadado de la noche. Se lo comieron y bebieron todo.
Ni que decir tiene que su puesta en escena no tiene desperdicio, un enlace que promete grandes emociones.
Como el recibimiento dado a Susana Díaz en Cádiz con jubilados entonando las protestas, mientras las críticas generalizadas empiezan y terminan en los bares. Muy actual. “No se casan con nadie” y es que a la autoinvitación, las críticas al convite no le faltan, como los golpes.