La permanencia matemática lograda por el Granada va a permitirle vivir su segundo periplo más duradero en Primera División, seis campañas, aunque a nivel institucional el futuro de la entidad es incierto ante la posible venta de la sociedad por parte del máximo acccionista, el italiano Gino Pozzo.
La clara pero, a la vez, agónica victoria conseguida por el Granada ayer domingo por 1-4 en el Estadio Ramón Sánchez ante el Sevilla FC permitió a los rojiblancos, aprovechándose de otros resultados de la jornada, certificar su permanencia en Primera.
Las seis campañas seguidas que el equipo va a estar en la máxima categoría es el segundo mayor periplo de su historia en Primera, sólo superado por las ocho consecutivas que permaneció con los mejores entre los años 1968 y 1976.
Gran parte de culpa de la permanencia lograda por los andaluces la tiene el técnico gaditano José González, quien llegó al banquillo rojiblanco a finales de enero para sustituir al destituido José Ramón Sandoval, consiguiendo desde entonces que el Granada sea a nivel de puntuación el séptimo mejor equipo de la Liga, habiendo perdido sólo tres de los doce encuentros que ha disputado.
González ha encontrado gran ayuda en el extraordinario rendimiento ofrecido por tres de los refuerzos invernales realizados por el club: el veterano central portugués Ricardo Costa, el joven medio francés Abdoulaye Doucoure 'Dux' y el extremo Isaac Cuenca, este último el héroe del triunfo de ayer en Sevilla con dos goles y una asistencia.
Además, el vestuario ha estado muy unido tras las salidas que se produjeron en el mercado invernal y el equipo ha estado liderado en el campo por Rubén Rochina, que ha dado un paso al frente hasta convertirse en un líder nato y el marroquí Youssef El Arabi, que ha firmado trece goles en la segunda vuelta y acumula 16 en esta Liga.
Mientras todo el fútbol nacional mira esta semana al Granada como el equipo que, una vez ya ha hecho sus deberes, puede quitarle la Liga al Barcelona y dársela al Real Madrid, a los pies de La Alhambra ya se empieza a mirar de reojo al futuro.
El presidente del club, Enrique Pina, no ha tardado en aclarar en las últimas horas que la primera opción para el banquillo de la próxima temporada es la continuidad de José González, pero el problema está en que ni Pina tiene clara su propia continuidad.
Desde mediados de este curso los rumores sobre una posible venta de la entidad por parte del italiano Gino Pozzo, propietario del club andaluz y también del Udinese italiano y del Watford inglés, son continuos.
Tanto Pina como Pozzo han negado varias veces la posible venta del club, aunque el presidente ha insistido durante las últimas horas en que ahora debe ser el máximo accionista, quien ha pasado los últimos días en la ciudad andaluza, el que diga si "todos los rumores de venta del Granada son ciertos o no".
Los dos han llevado en poco más de un lustro al Granada de Segunda B a Primera, han conseguido que un club con muchos millones de deuda esté saneado y tenga una espectacular Ciudad Deportiva, han protagonizado un milagro deportivo, pero su matrimonio parece no vivir buenos momentos.
En las próximas semanas o meses se conocerá si el Granada cambia de propietario, de presidente y de entrenador, lo que este pasado fin de semana quedó claro es que de categoría no cambia, que la próxima campaña seguirá, por sexta consecutiva, en Primera División.