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Oier decide un mal partido abocado al empate

Un gol de Oier decidió un pésimo partido entre Real Valladolid y Osasuna (0-1) en el que faltó distribución y elaboración de juego en ambos equipos, que demostraron sobradamente las razones de su mala clasificación.

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Un gol de Oier Sanjurjo decidió hoy un pésimo partido entre Real Valladolid y Osasuna (0-1) en el que faltó distribución y elaboración de juego en ambos equipos, que demostraron sobradamente las razones de su mala clasificación.

El botín fue para Osasuna, pero el encuentro comenzó con una "centella" que pudo adelantar al Valladolid. Y es que, a los cuarenta segundos, ya estuvo a punto de golpear el equipo local con el sello fulgurante del sueco Larsson.

Osasuna visitaba hoy un feudo tradicionalmente propicio para sus intereses donde ya suma doce años sin conocer la derrota. Esta vez el equipo navarro llegaba con la intención de recuperar los puntos que se llevó el Almería en el último encuentro en El Sadar. Su entrenador, Javier Gracia, recuperaba al defensa Loties y al media punta De las Cuevas, pero perdía al ariete Oriol Riera.

Los rojillos salieron con un claro 4-4-2 aunque sus dos puntas, Cejudo y De las Cuevas, no son ni han sido nunca delanteros natos. Con la defensa muy adelantada, el equipo navarro trató de acumular mucha gente por delante del balón a base de toque y asociación. Sólo lo consiguió claramente durante los primeros diez minutos.

Del Real Valladolid no hubo más noticias ofensivas desde la mencionada arrancada inicial de Daniel Larsson. Fue hasta que, pasado el minuto 15, una rápida salida del franco-marroquí Zakarya Bergdich, con más potencia que control y claridad de ideas, puso en apuros a la zaga visitante (min. 18).

Con Lluis Sastre mal en el pase, los vallisoletanos añoraban en el centro la precisión del italiano Fausto Rossi, hoy baja por sanción. Los anfitriones no supieron dotar de aplomo y fluidez la zona de creación, si bien Osasuna tampoco llegaba con lucidez ni claridad.

El osasunista Damiá tuvo la mejor opción de una primera parte para olvidar. Una inmensa parada de Diego Mariño impidió el tanto visitante cuando ya el primer tiempo agonizaba (min. 44). En un mar de imprecisiones y peleas, el buen fútbol no halló lugar por el que asomarse en una primera entrega que no abandonó en ningún momento la senda del sopor. Es más, invitó a un bostezo permanente.

En los primeros minutos de la reanudación, Osasuna fue más audaz y acometedor que su rival. El equipo navarro visitó con frecuencia el área local y sólo la salida de Humberto Osorio revitalizó mínimamente a los vallisoletanos. La viveza y dinamismo del delantero colombiano abrió huecos e hizo virar un poco el estado del partido.

Un paradón de Andrés Fernández a remate de Javi Guerra (min. 64) permitió a Osasuna seguir indemne en el marcador e impidió al Valladolid adelantarse. Fue en los minutos más clarividentes de los locales y con el equipo navarro mucho más cauteloso.

Así las cosas, Javi Guerra volvió a mandar al limbo una clara ocasión a medio metro de la portería (min. 80). Sin embargo, tres minutos después, fue Oier Sanjurjo quien acertó con la meta vallisoletana tras una indecisión de Mariño. Ese gol decidió un partido abocado a las tablas.

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