Osasuna tomó aire tras conseguir su segunda victoria de la temporada después de imponerse al Málaga (0-1) en un partido de la octava jornada de la Liga BBVA, gracias a un solitario tanto de Oriol Riera en el ecuador de la primera mitad, donde los 'rojillos' merecieron mejor suerte. De hecho, el conjunto de Javi Gracia --que no saldrá del descenso pese a la victoria-- pudo haberse marchado al descanso con una renta más amplia, un colchón que no le hubiera hecho sufrir en el tramo final. Los de Schuster, por su parte, se volcaron sin suerte en la segunda parte. Los navarros, que salieron por primera vez en dos años sin jugadores locales en el once inicial, se adelantaron merced a un remate de Riera. El ex del Alcorcón fusiló a bocajarro y el rechazo de Caballero terminó por llevarlo al fondo de las mallas (0-1, min.23). A partir de ahí continuó el vendaval de los rojillos, que se chocaron una y otra vez con un Willy Caballero soberbio. El portero argentino volvió a detener un mano a mano con el delantero osasunista y sacó un remate, en el corazón del área, a Bertrán, que remató con debilidad. Sin embargo, la segunda parte ofreció una imagen completamente distinta. Los andaluces, con Pawlowski y El Hamdaoui como refresco, cercaron la meta de Andrés Fernández. Roque Santa Cruz, a la hora de partido, pudo haber igualado la contienda. Pero no hubo suerte para los locales, que incluso pudieron haber encajado el segundo en una de las contras que protagonizó el cuadro navarro. Armenteros, algo precipitado, perdonó a los boquerones quienes ya acumulan dos semanas sin conocer la victoria.