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España pone pie y medio en Brasil

La selección española consiguió el primer triunfo de su historia en Helsinki (0-2), sin brillo en una noche gris en la que faltó frescura, pero en la que los goles de Jordi Alba y Álvaro Negredo más el pinchazo de Francia, le permiten poner pie y medio en el Mundial de Brasil.

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  • Celebración española. -

La selección española consiguió el primer triunfo de su historia en Helsinki, sin brillo en una noche gris en la que faltó frescura, pero en la que los goles de Jordi Alba y Álvaro Negredo más el pinchazo de Francia, le permiten poner pie y medio en el Mundial de Brasil (0-2).

España volvía a tomar el pulso a la competición tras la desilusión de Brasil en la Copa Confederaciones. Lo hacía en un partido con tintes de trascendencia para dar un paso de gigante a la defensa del titulo mundial. Debía ganar en un terreno complicado, donde nunca lo había conseguido, ante un rival que desespera con diez hombres por detrás del balón y que cuando te despistas te mata con la movilidad de Pukki. Así se cometió un grave error en Gijón que hoy se corrigió.

Los errores estaban aprendidos. España, rival a batir por todos, no puede caer en la relajación y debe matar los partidos. Con esas consignas salió al Olímpico de Helsinki en un día en el que faltó físico pero no voluntad. Con Iker Casillas en portería y Vicente del Bosque firme en su decisión de premiar al capitán, su portero, por más que sea suplente en el Real Madrid.


El momento de brillantez de Víctor Valdés bien vale la titularidad pero Casillas nunca falló con España y eso pesa para el seleccionador. Arriesgó más en el lateral derecho. Ahí nunca jugó Koke, en búsqueda de una profundidad ofensiva que no aporta Arbeloa. Comenzó nervioso, sin los automatismos de un lateral, cuando Finlandia arrancó con un ramalazo de valentía.

Llegó a probar a Casillas, cuando Ring a los doce minutos dejaba un túnel a Koke y ponía un centro peligroso que cortaba Ramos cuando iba a rematar Pukki, e Iker evitaba el gol con los pies. España pasó del susto al gol. Comenzaba a ejercer su dominio cuando emergió la figura de Cesc Fábregas.

El 'momento Cesc' se traslada a la selección en el mismo escenario donde despuntó en un Mundial sub-17. A sus grandes recuerdos le suma una acción repleta de brillantez, con un pase picado medido al desmarque de ruptura de Jordi Alba que se perfiló de izquierdas para controlar y marcó con la derecha. Su quinto gol con la selección, gran parte de ellos similares al que rompió la final de la Eurocopa 2012 ante Italia.

España ya había hecho lo más difícil, derribar la muralla finlandesa cuando se acababa de construir. Encerrados en su terreno sometían a la Roja a un ejercicio de paciencia, pero de tocar los 'bajitos' nunca se cansan. Mario Suárez, sustituto de los lesionados Sergio Busquets, Xabi Alonso y Javi Martínez, no se complicaba en su estreno como titular. Tocaba con rapidez a Xavi, que imprimía ritmo, a Iniesta, que siempre inventaba, y a Cesc, que explota a la perfección su libertad de movimientos.

La afición finlandesa silbaba el toque por impotencia. Su selección está en el polo opuesto. Fútbol directo en el que Roman Eremenko, su futbolista más técnico, intenta poner algo de orden. No volvieron a inquietar a Casillas, se limitaron a defender y ver como España no mataba el duelo en sus primeros intentos. Faltó disparo lejano y Villa la tuvo en una rápida contra con pase al pie de Iniesta, en la que desbordó y optó por chutar cruzado cuando tenía a Sergio Ramos solo para marcar.

A Finlandia le faltó fútbol pero le sobró fe. En el reinicio del partido lo buscó en unos minutos de coraje en los que Koke demostró que no puede jugar de lateral. España no se encontraba cómoda, con jugadores muy alejados de su mejor momento de forma. Salió con la consigna de chutar y lo intentaron sin éxito Iniesta y Mario Suárez.

Del Bosque buscaba soluciones. No le gustaba lo que veía y apostaba por su habitual revulsivo, Jesús Navas, pero a la Roja le siguió faltando velocidad y aunque Casillas no intervino se llevó algún susto. El peligro estaba en los contragolpes y a balón parado. Estaban advertidos. Así, Tainio remató al lateral de la red un córner y Pukki chutó arriba en velocidad en una jugada en la que no hubo repliegue defensivo español.

Un disparo de Jordi Alba con la derecha hizo intervenir al portero finlandés por primera vez. Era el minuto 61 y Del Bosque decidía prescindir del sistema que hoy recuperaba con falso nueve para apostar por Negredo. Su presencia estiró a España. Rápido tuvo la primera. Xavi le dejó sólo pero Pasanen reaccionó rápido para evitar el disparo en el mano a mano.

Y a la segunda mató el partido. De nuevo apareció Xavi, justo de forma pero con la visión privilegiada de siempre, para poner el pase en profundidad a la velocidad de Navas que puso en bandeja el gol a Negredo. El empate de Francia en Georgia dio mayor valor al triunfo de España en un día de poco brillo. Brasil aparece en el horizonte.

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