El pasado sábado destacó y es razón de análisis la actuación del míster Unai Emery a la hora de los cambios. La derrota ante los vascos de nada servía y había que buscar soluciones. Las mismas llevaron por nombre a Cicinho, Stevanovic y Babá. Tres cambios que, exceptuando el primero, Emery no había ejecutado tiempo atrás ni en plena desesperación.


Muchos apuntan a que las sustituciones tenían como fin otras intenciones más allá que las de intentar dar solución a un problema no sólo de un partido, sino de fondo. Es decir, Unai expuso ante los miles de ‘jueces’ sevillistas la realidad de un banquillo que no aporta nada.


Dos equipos muy demarcados. Once titulares y once suplentes que frente a frente nada tienen que ver el uno con el otro. Por un lado, jugadores que han demostrado por arreones que quizás debieran estar algo más por encima que lo que muestra a día de hoy la clasificación. Una mitad en ciertos casos altamente cualificados para optar a cotas mayores. Casos por ejemplo de Rakitic, Negredo o Navas. Un triángulo con cifras y aptitudes de nivel Champions. Pero una Liga es muy larga. Cansancio, lesiones, sanciones... Y al mirar al banquillo pocas son las opciones.


Suman once los futbolistas que han participado desde el banco. Palop, Cicinho, Cala, Botía, Campaña, Hervás, Maduro, Stevanovic, Perotti, Manu del Moral y Babá. O lo que es lo mismo, tres goles en total y 8745 minutos sobre los terrenos de juego, frente a los 47 tantos de los titulares y los 23632 minutos que éstos suman. Hasta casi tres veces más es la diferencia. Con todo ello, la planificación ha quedado en evidencia. Cinco fichajes aterrizaron esta temporada en Nervión y no han hecho más que calentar el banquillo jornada tras jornada. El caso más estrepitoso es el de Stevanovic. Un refuerzo que suma 140 minutos. El desastre, de nuevo Babá, a secas, y los 1,8 millones por Javi Hervás (153 minutos), el mayor ridículo. Maduro y Botía completan un listado que justifica la novena plaza liguera.


Ahora, sin un billete directo para Europa, son muchas las cosas que el club deberá replantearse de cara a la próxima temporada. Lo primero será desquitarse de un saco de jugadores que apenas ofrecen un nivel decente para la máxima categoría nacional.

 

8745 minutos de los suplentes a los 23632 de los titulares

Esa es la medición que define a suplentes y titulares. A penas un tercio ha sumado el banquillo en una Liga en la cual sólo han rotado con más frecuencia Maduro, Perotti, Cicinho o al inicio Botía.

 

3 goles frente a 47

Describe la aportación de los suplentes. Sólo Botía, Cicinho y Manu del Moral lograron ver puerta en una ocasión. Negredo, él solo hasta en 20. Y su ‘sustituto’, Babá, ni siquiera un triste gol liguero.

 

18 partido para Babá

En total 630 minutos para el que era llamado a ser el suplente natural de Negredo. Su cosecha, ni un solo tanto.

 

182 minutos para Campaña

La cantera, un año más, ha vuelto a pasar desapercibida, en la que se refleja Campaña, el último baluarte. Inédito.