Una remontada en el Vicente Calderón culminó la fiesta de campeón del Barcelona (1-2), en un partido intrascendente, que por momentos pareció un amistoso, igualado con un gol del chileno Alexis Sánchez y decidido por un tanto en propia puerta del Atlético de Madrid, que, al menos, mereció la igualada.
Al equipo rojiblanco no le sirvió de nada adelantarse en el marcador en el inicio del segundo tiempo, con una diana del colombiano Radamel Falcao, pero su gol animó un encuentro que había cumplido los primeros 50 minutos como un choque menor, nada parecido al espectáculo y la emoción que siempre ofrecen sus duelos, y que ganó el equipo azulgrana con diez, tras retirarse Messi del campo.
Porque Atlético y Barcelona ya lo tenían todo hecho en la Liga. Uno era campeón desde anoche, desde que el Real Madrid empató frente al Espanyol, y otro tenía asegurada la tercera plaza, su mejor posición en el campeonato desde el 'doblete', y la mirada en la final de la Copa del Rey del próximo viernes en el Bernabéu.
Descargados de la tensión de jugarse algo, liberados de la carga de una responsabilidad clasificatoria en el envite en el Vicente Calderón, el duelo se resintió. Desapareció la intensidad de la competición. Ni apretó el Atlético, más replegado en su campo, pendiente de algún contragolpe, ni el Barça y su fútbol de toque.
Entre la soleada tarde, la mínima transmisión de sensaciones desde el terreno de juego y los bostezos del público transcurrió un encuentro anodino, sin nada que saborear por la grada. Sólo alguna esporádica acción del argentino Leo Messi, la efervescencia de Cristian Tello por su banda o las conexiones Koke-Arda Turan-Falcao.
Nada más en ataque en todo el primer tiempo. Una de Messi, bien controlado por el Atlético, en un lanzamiento de falta a las manos de Thibaut Courtois, en el primer tiro, en el minuto 16, entre los tres palos azulgrana en el viaje hacia el descanso; una de Falcao, parada por Pinto; una de Koke y una de un desequilibrante Tello.
Muy poco repertorio en 45 minutos para un duelo entre el campeón, que perdió al brasileño Dani Alves en el tramo final de la primera parte por lesión -fue sustituido por Bartra-, y el tercero de la Liga, también a medio gas, como su adversario, sin la decisión necesaria para lanzarse con más ambición sobre el marco visitante.
Todo apuntaba a lo mismo en la reanudación... hasta que apareció Falcao. El atacante colombiano suma y sigue sobre la portería rival, a cinco días de la final de la Copa del Rey. En su segunda ocasión del encuentro, en un balón dividido que Gabi impulsó desde el suelo, el ariete batió por raso a Pinto. Y, por fin, activó el partido.
Era el minuto 50. Antes no había ocurrido nada, después sí ofrecieron algo más los dos equipos, porque en juego, al fin y al cabo, estaba una victoria. Fue entonces cuando el Atlético, con un buen despliegue de Gabi, trenzó con más velocidad y combinó con más precisión. También el Barça sintió la necesidad de buscar el gol.
Una falta lanzada alta por David Villa, entrado al campo para la última media hora, dio presencia ofensiva al conjunto azulgrana, que aprovechó su siguiente acción, una pared dentro del área entre Alexis y Cesc culminada por el chileno en el 1-1, con Courtois sin opción de agrandar sus estadísticas de partidos con la meta a cero.
Ya había movido el banquillo por entonces el argentino Diego Simeone, que dosificó esfuerzos pensando en la Copa del Rey y cambió a Arda Turan y Falcao. También entró Óliver Torres, con mucha clase en sus acción. Y se retiró del terreno de juego Messi, pero el Barcelona, con diez porque ya había hecho las tres sustituciones, se llevó el duelo, en una jugada afortunada con un gol en propia meta.
Un remate de David Villa se alojó en la red de Courtois tras tocar en Gabi Fernández y resolvió el partido a favor del Barcelona, que culminó su fiesta de campeón con un nuevo triunfo. Al Atlético aún le queda mucho en juego: la final de la Copa del Rey del próximo viernes ante el Real Madrid. Ahí apunta ya el equipo rojiblanco.