El tiempo en: Alcalá la Real
Publicidad Ai

Deportes

La conjura del vestuario vino tras lo del Calderón

El holandés Maduro destapa ante los medios una reunión que mantuvo el plantel para cambiar el rumbo

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
  • Míchel fue testigo -

Al igual que hace diez días brillaba la euforia sevillista tras el acoso y derribo ante el eterno rival, hoy, tras las realidades que vienen aconteciéndose cuando el Sevilla juega lejos del Pizjuán, la versión, incluso oficial, es hasta coherente.


Dejando a un lado el triunfo en Cornellá, descafeinado debido a las carencias mostradas por el rival, los nervionenses no olvidan con facilidad el 4-0 que le endosó el pasado domingo el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Una derrota de la que sí se hizo eco el propio José María del Nido que tildó dicho encuentro de “lamentable”.


Míchel recogió con el guante el mensaje del presidente, el cual rebotó a su propia plantilla para que así todos se sintieran partícipes de las sensaciones generalizadas entre la afición y el seno del sevillismo. Estaba claro que algo debía cambiar, y pronto.


Si algo no se le puede discutir a Míchel es su inteligencia a la hora de hacer acto de presencia en las ruedas de prensa. No destaca sus méritos en las victorias y, aunque muchos le recriminen que tome parte de culpa en los errores, es cierto que culpabiliza, a veces en demasía, a los propios jugadores. Pero, reitero. Míchel sabe cuando y como dictar tales declaraciones.


Así, cuando todos apuntaban al técnico en la rueda de prensa previa a Cornellá, lo cierto y verdad es que un día antes se estaba cociendo algo en las intríngulis del vesturario. Una reunión, una conjura entre todo el plantel para modificar el rumbo peligroso que estaba llevando este Sevilla a domicilio. Así lo ha desevelado el holandés Maduro. “Hablamos el lunes todos los jugadores y queríamos cambiar cosas. Vimos la demostración ante el Espanyol y nos salió un partido completo”, afirmaba en un acto publicitario con el vehículo oficial del club. Es decir, Míchel, a sabiendas de tal conjura, arrastró a su terreno una controvertida sala de prensa tras las duras declaraciones de Del Nido.


Ante el Espanyol se vio otra cara, que deberá ser refrendada en Liga de nuevo en Cornellá dentro de una semana.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN