Las palabras de Cristiano Ronaldo tras el partido de ayer frente al Granada han levantado, como no podía ser de otra manera, todo tipo de reacciones en el mundo del fútbol tanto de periodistas como de aficionados.
Y es que, para ponernos en situación, Cristiano Ronaldo, tras anotar dos goles ante el conjunto nazarí y ser sin duda el protagonista absoluto del encuentro, hizo unas
declaraciones a las noticias de fútbol en zona mixta muy poco afortunadas. Hizo saber a los periodistas que no celebraba sus goles porque está triste con gente del club y que ellos saben quienes son. Pues bien, a partir de ahí se ha especulado con numerosas teorías que apuntan a que no está cómodo en el club y quiere marcharse o que está presionando para buscar un aumento de sueldo.
Pero lo realmente importante de todo esto es que el portugués sigue demostrando que es un ególatra en toda regla. No me parece que sea momento ni lugar para realizar unas declaraciones que hacen más daño que otra cosa a tu club. Si realmente ya había hablado con la gente del club acerca de su triste situación, ¿por qué lo declara públicamente después de que su equipo haya conseguido la primera victoria en Liga de esta temporada? La única respuesta es que su búsqueda de foco mediático es casi obsesiva.
Se me antoja imposible que, si Cristiano no está cómodo en el Real Madrid, ningún jugador pueda estarlo en el club al que pertenece. Es el mejor pagado y se le tiene entre algodones, costó 96 millones de euros con todo lo que ello supone y se respaldan todas sus acciones, ya sean positivas o no. El luso lo que necesita es madurar. Sus gestos en el campo hacia sus compañeros, sus numerosos escaqueos a la hora de trabajar para el equipo y sus comentarios ante los medios hacen que el cariño que se le debería tener a un jugador que es una de
las mejores apuestas deportivas de todos los tiempos y que marca cincuenta goles por temporada se transforme en muchas ocasiones en rechazo.
Tiene gestos de crack con sus donaciones a algunas ONG o su preocupación por Madeira en su país, pero demuestra que es un niño combinándolos con las declaraciones de ayer, entre otras cosas. Una persona de su estatus social y económico puede sentirse como él afirma sentirse pero me parece una frivolidad declararlo públicamente teniendo en cuenta la situación económica que se está viviendo en estos momentos, especialmente en el país en el que juega y del que procede. ¿Cómo se sentirían los aficionados que hoy se han levantado a las ocho de la mañana a picar piedra o buscar trabajo al oír dichas palabras? Una persona de su relevancia debe medir cada palabra, cada gesto. Es el espejo de muchos niños y su imagen está cada vez más devaluada.
En definitiva, Cristiano Ronaldo es un niño en un cuerpo de crack. El Real Madrid seguirá con o sin Cristiano Ronaldo pero el luso debe aprender que la vida va más allá del ‘yo’.