A los tres minutos, Jan Oblak adivinó el lanzamiento de Carrillo, se estiró a su lado derecho y repelió el penalti para despertar de inmediato al Atlético de Madrid, lanzado desde la intervención de su incontestable portero hacia una victoria luego cómoda en el Memorial Jesús Gil y Gil contra el Numancia, desatada con un golazo de Thomas Lemar instantes después, consolidada en el primer tiempo por Correa y Kondogbia, culminada en el segundo por Matheus Cunha y con la lesión de Mario Hermoso, que provocó el debut del portero del filial Gomis como improvisado delantero en el tramo final.
No marcó ningún gol Rodrigo Riquelme, que ni siquiera figuró en ninguna de las dos pruebas que hizo Diego Simeone en la víspera, pero surgió en la segunda parte para agarrarse con todas las ganas a la oportunidad que, de repente, le brindó el primer amistoso. Atrevido, rápido, vertical, desbordante, demostró que tiene argumentos suficientes para debatir un destino que ya parece escrito: su cesión a otro club para esta campaña.
Y debutó Witsel... como central. El reparto de una parte entre todos y la baja de Felipe apremiaron al técnico a reubicarlo unos metros más atrás de su posición de medio centro.
Simeone propuso dos versiones. Ninguna, al completo, aparenta la titularidad cuando comience la Liga el próximo 15 de agosto contra el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Hubo recorrido para casi todos, con excepciones justificadas: Joao Félix no jugó -ni siquiera viajó a la localidad soriana- tras una pretemporada específica a menor ritmo hasta mediada la pasada semana, Felipe Monteiro tampoco por unas molestias y Samuel Lino, Camello y Marcos Paulo porque no cuentan para el nuevo curso, a la espera de salir cedidos fuera.
La primera, dentro de un 3-5-2, formó con una defensa que se asemeja a la tipo salvo porque en ella estaba Daniel Wass, a la espera de qué sucede en su futuro pero, sobre todo, de que Nahuel Molina pueda ya jugar con el Atlético (este miércoles no lo hizo porque su fichaje aún no está completo ni es oficial). El argentino es el titular, el danés es el suplente. El resto de la zaga fue la de más confianza de Simeone: Savic, Giménez, Reinildo y Carrasco.
De Paul, Kondogbia y Lemar en el medio campo y Correa y Morata en el ataque completaron la primera alineación inicial de pretemporada del undécimo proyecto de Diego Simeone, que lo cambió todo para el segundo tiempo, incluido el sistema, que pasó al 4-4-2: Grbic; Sergio Díez, Witsel (jugó reubicado de central porque Felipe fue baja por unas molestias) Hermoso, Lodi; Rodrigo Riquelme, Llorente, Koke, Saúl; Cunha y Griezmann.
Con la primera versión le bastó al Atlético, dos categorías por encima de su adversario. Sin alardes, sin un control visible, sin una rotundidad expresiva en el juego, ni siquiera en la posesión, pero con la contundencia que reclama cada curso Diego Simeone y con el factor diferencial que marca el abismo que divide LaLiga Santander de la Primera RFEF: la calidad individual de futbolistas como Lemar, Correa o Carrasco, con el permiso de Jan Oblak.
Sin todo lo que hizo el portero, el penalti que negó a Carrillo en el minuto 3, nada habría sido como fue sobre el césped de El Burgo de Osma, del que salió ganador porque Lemar conectó un zurdazo a la escuadra en la primera ocasión del Atlético, allá por el minuto 8, y porque Correa remató de forma fantástica con la izquierda, hasta acrobática, incluso inverosímil tal y como era la trayectoria del córner botado desde el otro lado por Carrasco.
Y porque, al borde del descanso, De Paul conectó otro córner de Lemar con una volea que no habría sido absolutamente nada de no haber golpeado en Kondogbia. Fue el 0-3, que visibilizó la diferencia más sustancial en el fútbol: la eficacia.
Tres oportunidades y tres goles en el primer tiempo, que propuso el reestreno con el Atlético de Morata. Abrió espacios, rebuscó la ocasión, pero apenas intervino con el balón, mientras su futuro se debate entre su retorno definitivo al conjunto rojiblanco o el Juventus, que, por el momento, sólo amaga con su interés en ficharlo para la próxima temporada.
La segunda versión (de la que parte del equipo, como algunos jugadores del medio campo y la delantera, tienen más pinta de titular que los primeros que jugaron) culminó el triunfo, con buenos momentos de Rodrigo Riquelme, con recorrido para Saúl en el centro del campo primero, y como central después, junto a Witsel, porque no estaba Felipe y porque se lesionó el tobillo izquierdo Mario Hermoso
Simeone recomendó al central zurdo no seguir sobre el terreno por precaución ante una posible dolencia más fuerte, aunque su equipo jugara con diez durante unos cuantos minutos antes de que Gomis -tercer portero- entrara de delantero como solución de urgencia para reequilibrar de efectivos el encuentro, en el que Matheus Cunha había anotado de cabeza, en otro córner, el irrebatible 0-4.
- Ficha técnica:
0 - Numancia: Isma Gil; Borja San Emeterio, Simic, Axel, Dani Sánchez; Jordi Tur, Toni Arranz; Carrillo, Moha, Óscar; Mario Barco. Al descanso salieron para la segunda parte: Ayesa; Ebri, Fer Román, Gorka, Jaume Pol; Mancebo, Cotán, Bonaldo, Amorrortu; Rubén Mesa y Vidorreta. También jugó David, que entró en el minuto 72 por Vidorreta.
4 - Atlético de Madrid: Oblak; Wass, Savic, Giménez, Reinildo, Carrasco; De Paul, Kondogbia, Lemar; Morata y Correa. Al descanso salieron para la segunda parte: Grbic; Sergio Díez, Witsel, Hermoso, Lodi; Rodrigo Riquelme, Llorente, Koke, Saúl; Cunha y Griezmann. El tercer portero Gomis salió en el minuto 75 por Mario Hermoso para jugar como futbolista.
Goles: 0-1, m. 8: Lemar. 0-2, m. 31: Correa. 0-3, m. 46+: Kondogbia. 0-4, m. 52: Cunha.
Árbitro: Eder Mallo Fernández. Amonestó a Ebri (m. 61), por el Numancia.
Incidencias: Novena edición del Memorial Jesús Gil y Gil, disputado en el estadio Municipal de la localidad soriana de El Burgo de Osma, disputado ante unos 4.000 espectadores.