La Policía Local de Córdoba inspeccionará el transporte escolar en la capital desde este lunes hasta el viernes, en el marco de su adhesión a las campañas que realiza cada año la Dirección General de Tráfico (DGT).
Así, se llevarán a cabo controles para la vigilancia e inspección de esta modalidad de servicio público dedicada al transporte de escolares y, por ello, supervisarán, entre otros elementos, los sistemas de seguridad y retención, las condiciones técnicas y el cumplimiento de la normativa relativa a los conductores y los monitores acompañantes.
El teniente de alcalde de Presidencia y Seguridad Ciudadana de Córdoba, Emilio Aumente, ha señalado en un comunicado "la importancia de las campañas preventivas de control en todo lo relativo a la seguridad vial", al tiempo que ha recordado "los positivos datos cumplimiento que arrojó la anterior campaña de especial control del transporte escolar en la capital".
"Garantizar la seguridad vial de los menores y su desplazamiento seguro a los centros educativos es un objetivo prioritario", ha subrayado Aumente, que también ha valorado "los avances conseguidos" tanto en el servicio que prestan los autocares como en la red de caminos escolares seguros, y en la formación al respecto del alumnado y el entorno educativo y familiar.
La campaña conjunta con la DGT incidirá especialmente en la realización de inspecciones sobre los autobuses destinados al transporte escolar que realizan su servicio dentro del perímetro urbano, para comprobar si, tanto vehículos como conductores y monitores acompañantes, cumplen con los requisitos que la normativa les impone, como autorizaciones y documentos, condiciones técnicas y elementos de seguridad con cinturones y sistemas de retención.
Asimismo, se comprobará que los menores vayan acompañados en el autobús por una persona debidamente cualificada. En cuanto a los conductores, se revisarán las exigencias de permisos de conducir, tiempos de conducción y descansos, entre otros.
Además, el Ayuntamiento ha recordado que los vehículos dedicados al transporte escolar deben cumplir obligatoriamente con todas las exigencias de la norma estatal y autonómica sobre Condiciones de Seguridad en el Transporte Escolar y de Menores.
Sobre los autocares de transporte escolar la normativa establece, entre otros puntos, que el vehículo no debe tener más de 16 años de antigüedad --diez si no se dedicaba antes a esta actividad-- y que debe contar con plazas para personas con movilidad reducida.
El Ayuntamiento ha recordado que el suelo debe ser antideslizante y el autobús debe contar con asideros junto a las puertas y escalones con colores vivos. El tacógrafo es obligatorio y también el limitador de velocidad y todos los fabricados a partir de 2006 deben llevar cinturones.
La normativa recoge que las puertas tendrán su mecanismo de acceso protegido, los vehículos llevarán dos extintores, martillos y botiquín de primeros auxilios. El recorrido y las paradas estarán previamente fijados y autorizados y contarán con póliza de responsabilidad Civil ilimitada.
La velocidad debe ser de diez kilómetros por hora menos que la establecida en cada vía para los autobuses y también es obligatorio el acompañante si más de la mitad tienen menos de doce años. En los asientos enfrentados a pasillo, los menores de 16 años siempre deben viajar con cinturón.
Por último, la DGT ha recomendado a los usuarios, para ir seguros en el autobús escolar; "no pararse nunca detrás del autobús porque no le ven; esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante", y dentro del autobús, "mantenerse sentado y con el cinturón puesto, no correr al llegar, ni al salir y obedecer al conductor y al monitor".
A las empresas del sector se les ha indicado que deben "recordar a los pasajeros la importancia de utilizar el cinturón cuando esté disponible, además de desarrollar un protocolo de seguridad, que informe a los pasajeros como comportarse en caso de accidente".
Según Tráfico, el 90 por ciento de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo, o en los instantes inmediatos y en muchos casos, se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los acompañantes.