Salva Ballesta ha sido presentado hoy como nuevo entrenador del Algeciras CF. El técnico, que llega con Enrique González como segundo entrenador, tiene la tarea de intentar salvar al equipo esta temporada.
Salva ha explicado que “lo que me ha hecho decidirme es el proyecto tan magnífico que tiene la junta directiva. Esta ciudad se merece un proyecto tan ambicioso. El primer objetivo es mantener la categoría y, a partir de ahí, crecer”.
Sobre la situación del equipo cree que “el diagnóstico es claro. Casi todo el mundo coincide en que hay plantilla para conseguir los objetivos. He hablado con los jugadores y hay una predisposición total al trabajo. Habrá cambios, porque un cambio de entrenador siempre los conlleva, pero intentaremos dar con la tecla. El equipo es capaz de generar, pero sabemos cómo es esta categoría y cualquier fallo te penaliza. La plantilla tiene muchas posibilidades. Un club como este siempre tiene que estar muy activo y pendiente del mercado y siempre que se aproveche esta ventana para mejorar lo que tenemos, el club se va a beneficiar”.
“Hay que dejar claro que lo importante es la entidad. El sentimientalismo es muy importante en mi concepción del trabajo. Y sobre eso vengo a trabajar. A veces me ha tocado llegar y otras salir y por eso he elegido esta profesión y hay que estar preparados”, indica.
“Aún no he visto la plantilla entrenar. Quiero mirarlos a los ojos y hablar con ellos. A partir de ahí, de manera muy consensuada y tranquila se tomarán decisiones”, admite.
El nuevo entrenador del Algeciras sostiene que le gusta que sus equipos “sean protagonistas e intensos. Me gusta estar en campo rival, pero hay muchos partidos y dependen de muchas cosas, del rival, de las circunstancias. Me gusta que el equipo sea protagonista con balón, pero hay que tener los jugadores adecuados para ello. Me baso mucho en el estado mental de los jugadores. Como en todo en la vida, cuando alguien va a trabajar con ilusión y con valores, sentir el club como tuyo, eso hace que el rendimiento mejore”.
“Lo primero es escuchar a los jugadores. Cuando vea lo que hay estudiaremos la situación y tomaremos decisiones. No antepongo el entrenador al jugador, sino todo lo contrario. Todos los entrenadores que llegamos a un equipo que no está en una situación cómoda les damos muchas vueltas al coco para intentar mejorar”, señala.
“Ayer, por ejemplo, noté la bajada después del gol, con una excesiva responsabilidad del central, de Borja Vicent, que entonó el mea culpa. No me gusta que en un minuto tan temprano se bajen los brazos. Nadie progresa sin equivocarse. Tengo ganas de verlo mañana y relanzarlo otra vez. Al final la experiencia de entrenadores y jugadores es todo mentira. Ya puede venir el mejor entrenador del mundo que si el delantero se adelanta al defensa y te hacen un gol no hay nada que hacer”, explicó.
Por ello, entiende que “hay que darle confianza a toda la plantilla. El nivel de autoestima de todos tiene que aumentar y con un estado mental positivo, el rendimiento mejora. Cuando ganas, a un jugador puedes meterle lo que te dé la gana, porque está contento y receptivo. Lo fundamental es que el grupo siga la idea del entrenador”.
El técnico renunció a hablar de fichajes y sobre el guardameta Jesús Romero, quien sigue a la espera de ficha, dijo que “toda la información que tengo es excepcional y de que es un magnífico portero”.
El encargado de presentarle fue el presidente, Nicolás Andión, que indicó que “hemos coincidido en muchos aspectos, tanto técnicos como personales como de objetivos desde un primer momento. Como jugador ha sido muy conocido. Consideramos que es la persona idónea para hacerse cargo del equipo. Cualquiera que viese jugar a Salva conoce su carácter y su carisma. Consideramos que son cualidades que nos vienen muy bien para el equipo, sobre todo en este momento. Esos son los factores que nos han llevado a tomar esta decisión”.