El flamenco del Campo de Gibraltar se encuentra de fiesta, ya que uno de los artistas con más historia y trayectoria en su haber, como es el caso del bailaor Salvador Flores, conocido popularmente como
Salvorito, celebra este sábado su 90 cumpleaños.
Su trayectoria como bailaor se encuentra ligada a otras figuras del flamenco como los
Pipoño de Jerez, Antonio Sánchez (Padre de los Lucía),
Corruco de Algeciras,
Chato Méndez, Paco Laberinto, Rafael
El Tuerto, los Méndez de Jerez…
Además, se da la curiosa anécdota de que
Salvorito fue inicialmente el cantaor habitual de Roque Montoya
Jarrito, que le acompañaba al baile y con el que posteriormente intercambió su desempeño, ya que Roque se destapó como un genial cantaor, sabedor de todos los cantes y logró llevar el flamenco a los 5 continentes, mientras que
Salvorito desarrolló una brillante carrera como bailaor a lo largo de los años dentro de la geografía andaluza, a pesar de que Roque le insistió en varias ocasiones para que le acompañara a Madrid en los inicios de sus carreras.
Sin embargo,
Salvorito desoyó esta propuesta para dedicar su vida, de manera paralela a su afición flamenca, a la construcción de viviendas, lo cual no mermó en lo más mínimo la calidad de su baile, que es reconocida por todos los artistas y aficionados flamencos de su época.
Poco cabe añadir a esta reseña más que ese gitano que vive en el barrio San Isidro llamado Salvador,
Salvorito, pariente de artistas flamencos y taurinos, como el genial picador Rafael Marchería, el antiquísimo cantaor Salvador Arroyo
Tío Salvaó, o el tocaor Francisco Flores
Tío Frasco, entre muchos otros nombres; merece el reconocimiento y respeto de los jóvenes aficionados, que deben saber que en Algeciras contamos con un personaje genial como Salvorito, que guarda en su memoria y sus botas de baile multitud de anécdotas y experiencias con los más grandes genios del flamenco de todos los tiempos (Caracol, Mairena….), con los que convivió en lugares emblemáticos, como El Charco de la Pava (Sevilla), y que aún a día de hoy conserva la humildad y bondad propias de un principiante, algo que es de admirar como artista y todavía más como persona.