El Puerto de Algeciras viene trabajando, dentro de los proyectos de descarbonización, en el Onshore Power Suply (OPS), que permitirá a la flota que atraca en la dársena algecireña apagar motores auxiliares y conectarse a la red eléctrica durante el tiempo que permanezca en el muelle, según indican a VIVA fuentes portuarias. Es una de las principales medidas que preparan para la reducción de emisiones, señalada ayer por un informe de la organización ecologista T&E, con datos de 2018, que sitúa a Algeciras como el cuarto puerto europeo en emisiones contaminantes de carbono.
La entidad portuaria destaca especialmente el programa OPS, estrategia recomendada por World Ports Climate Initiative, para la reducción de emisiones, ruidos y vibraciones. La inversión prevista en el Puerto de Algeciras en los proyectos OPS superan los 30 millones de euros para dar servicio tanto en los muelles donde operan los ferris y buques ro-ro que operan entre España y Marruecos, como en ambas terminales de contenedores. En el caso concreto de la conexión para ferris, los plazos para disponer de conexiones en los muelles de pasajeros de Tarifa y Algeciras el horizonte es 2026 y cuenta con el respaldo del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR) de la UE.
A esta inversión hay que sumar la ya ejecutada por la APBA en los últimos años para contar con la potencia eléctrica y la seguridad en el suministro necesaria en el puerto, que suma 40 millones de euros. Estas mejoras están en vigor desde el primer semestre de 2021, cuando el Puerto de Algeciras quedó conectado a la línea de alta tensión y doble circuito de 66 kilovoltios (kv) que le permite disponer de una potencia eléctrica de 78,4 megavoltiamperios (MVA) con posibilidad de ampliación si la demanda lo requiere, garantizando el suministro a las terminales, tanto en la actualidad como en un futuro.
En paralelo, y en relación a combustibles alternativos y/o de transición, el Puerto de Algeciras trabaja para “convertirse en un referente en el uso del gas natural licuado (LNG), en la actualidad única alternativa real para el transporte marítimo, modo del que no podemos olvidar que es el más sostenible por tonelada transportada”. El Puerto de Algeciras ya oferta el suministro vía camión cisterna, y a partir de 2023, dispondrá de una gabarra de 12.500 m3 diseñada para suministrar LNG.
Se trata de una iniciativa de Enagás y Península, que cuenta con un presupuesto de 60 millones de euros y cuenta con el respaldo de la Unión Europea a través de los fondos CEF. Navieras como Balearia y CMA CGM, son pioneras en el uso de este combustible de transición, y ya cuentan en sus flotas con ferris y portacontenedores propulsados por LNG.
Es uno de los ejemplos de que la industria marítima “está demostrando en los últimos años una clara apuesta por la descarbonización y así lo demuestran cada día en la búsqueda de tecnologías que permitan su uso en los buques y la materialización de inversiones millonarias”, añaden estas fuentes.
Asimismo el Puerto de Algeciras “fue pionero en el suministro de fueles bajos en azufre -fabricados y testados años antes en la Bahía de Algeciras por compañías como Cepsa y Maersk- tal y como obliga la norma de la OMI que entró en vigor hace ahora dos años”.
Por último, el Puerto de Algeciras estudia numerosos proyectos recibidos desde la iniciativa privada para fabricar y ofertar hidrógeno verde.
Con todo, “muestra de este compromiso es que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) ha obtenido el sello Calculo-Reduzco otorgado por la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miterd), que reconoce así el compromiso para la reducción de gases de efecto invernadero de la institución portuaria. En concreto, la APBA ha reducido a la mitad su huella de carbono actual respecto a la registrada en 2017, pasando de un ratio de 3,52 a 1,77 en 2020”.
El cálculo se realiza teniendo en cuenta el alcance de las emisiones (toneladas equivalentes de C02) provenientes de fuentes propias de la administración portuaria (sus edificios, el consumo de su parque móvil o de la maquinaria de su propiedad, entre otros) y de las controladas por la entidad (como las asociadas al consumo eléctrico del alumbrado de los viales portuarios), todo ello según las directrices de la calculadora de medición de huella de carbono del Miterd.
