Llamadas, avisos, mensajes. De distintas maneras la sociedad intenta no normalizar la llegada de inmigrantes a las costas de Cádiz. Hay que seguir pensando que esas personas tienen nombres, familias, y vidas por delante que hay que cuidar y respetar. Este miércoles se celebraba el XXX Círculo Silencio Cádiz durante media hora en la plaza Catedral de Cadiz. "En solidaridad con migrantes y refugiados. Nuestra mirada en lo que ocurre en la Frontera Sur", decía la convocatoria.
Migrantes, acompañados de gaditanos, portaban pancartas donde se abogaba por esa solidaridad. Sobre las baldosas de la plaza de la Catedral caían cifras como las 7.373 personas que han llegado a España este año a través del Estrecho, lo que supone casi el triple que en 2017 y el doble de los que accedieron en todo junio por Italia (3.100).
España ocupa el segundo puesto en este primer trimestre con 14.953 migrantes, seguidos de 13.157 legados a Grecia, mientras que Italia ha recibido a 16.656. Son números que hablan de cifras que dan escalofríos y donde la ruta española adquiere cada vez más prioridad para este colectivo de personas en busca de un futuro mejor. Las trabas de Malta o Italia al desembarco de Salvamento Marítimo o de las ONGs, y la peligrosidad del Mediterráneo central llevan a que los migrantes escojan la ruta del Estrecho.
También ha habido muertes, declaraba el portavoz de Tierra de Todos, el número está cada vez más cerca de los 300. Demandan un protocolo de atención jurídica y humanitaria para la identificación de personas. Tanto es así que el Secretariado de Migraciones de Cádiz y Ceuta lleva años reclamando un centro en la zona del Estrecho que respete los derechos de acogida y recepción de inmigrantes. Se habla con el corazón y con la intención de concienciar a la sociedad gaditana ante una situación que en muchas ocasiones desborda a las administraciones.