El fundador del Observatorio Geopolítico de las Drogas, que participó ayer en la UIMP en el debate Problemas en la lucha contra la droga: las conexiones políticas del narcotráfico, afirmó que, en política internacional, “se cierran los ojos ante la actividad de los grandes traficantes de droga” por el “enorme poder” que estos poseen.
Según explicó el sociólogo durante la rueda de prensa del ciclo de debates Reflexiones para un mundo en cambio, existe además una “gran contradicción” entre el “discurso tremendista” de los políticos con respecto al consumo de droga y “lo que se hace para pararlo” desde los gobiernos.
Citó como ejemplo a Francia, donde “todo ministro socialista o de izquierdas” alerta de que “el consumo de cannabis lleva al consumo de las drogas duras”, cuando en realidad “no se ha llevado a cabo nunca una política de discusión con Marruecos para intentar detener la producción y distribución” de esta sustancia.
Según detalló Labrousse, esto se debe, entre otras cosas, a que, de acabar con el mercado del cannabis, una gran parte de la población del Rif se vería “arruinada” y tendría que emigrar a otros países y “los europeos prefieren la droga a los inmigrantes”.