Los trabajadores de la venta ambulante se han quejado de los problemas que están teniendo para poder desarrollar su actividad en este Carnaval. Carmen Verdía Prieto, vendedora con más de 40 años de experiencia en el sector, indicó ayer a Viva Cádiz que las fuertes medidas de seguridad están impidiendo que el colectivo pueda vender sus productos, “a pesar de que hemos pagado el impuesto que se nos exige”. Es más, según Verdía, el trato recibido por algunos guardias de seguridad no ha sido precisamente el más acertado. “En la cabalgata apenas nos dejaron tranquilos, y nos apartaban del público con mucho tiempo de antelación. No nos parece bien que se nos pongan tantas trabas, porque nosotros respetamos las normas y pagamos los permisos. Nos hemos sentido tratados como borregos”.
Esta vendedora, que tiene ya 73 años, insiste en que lo único que quieren es poder trabajar, “porque de lo contrario tendrán a más gente en la cola del paro y pidiendo ayudas”.
Verdía Prieto piensa poner una queja en el Ayuntamiento y solicitar una reunión con el concejal de Fiestas, Vicente Sánchez, “porque venimos padeciendo esta situación de unos años para acá y no aguantamos más; ya está bien, que lo único que queremos es ganarnos la vida”.
Controles
La propia vendedora reconocía que en los últimos años se ha producido un repunte de la venta ambulante ilegal, “curiosamente a esas personas apenas les pasa nada y sin embargo a nosotros que pagamos religiosamente, no nos dejan en paz; estamos muy cansados de esta situación”.
Por otro lado, la Unión de Consumidores de Cádiz ha solicitado que se controle la posible venta de alcohol a menores de edad incumpliendo también la normativa legal vigente con lo peligroso de esa situación. En este sentido, la organización pide sanciones contundentes hacia quien practique estas prácticas irregulares, que en algunos casos se producen no sólo en Carnaval.
Consumidores insiste en la propia responsabilidad de los ciudadanos a la hora de rechazar y denunciar posibles incidencias que se produzcan en lo anteriormente expuesto. “Ellos deben ser los primeros vigilantes”.
