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Cádiz

Prueba de supervivencia para el gaditano mercado de San José

Por desatención de anteriores requerimientos, la propiedad puede ser sancionada por Urbanismo con una multa de 3.000 a 5.999 euros si no ejecuta las obras de seguridad en enero. El comerciante Antonio Recio reclama que sea un juez quien determine los coeficientes de propiedad de la edificación

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El mercado de San José, la galería de alimentación privada abierta al público en 1976, mantiene abiertos una serie de frentes que amenazan con su desaparición. A las ya conocidas pugnas entre minoristas descontentos con la Junta Directiva de la Comunidad a la que pertenecen, se suman los constantes rumores de “una mano negra” interesada en un inmediato cierre para poder comprar barato y ahora se suma la reiteración de un requerimiento que llega desde el Área de Urbanismo del Ayuntamiento gaditano para que se ejecuten las obras de seguridad en la edificación que les alberga a más tardar en enero de 2015.

Sea por lo que fuere, lo obvio es que son muchísimos los puestos ya cerrados a cal y canto y numerosos y repetidos los carteles de “se vende”, “se alquila” o “se traspasa” en las verjas de los locales de la popular galería comercial gaditana.

Es Antonio Recio, el detallista con mayor coeficiente de propiedad del Mercado de San José, quien “harto de pagar miles de euros en gastos de comunidad” señala a la presidencia de Comunidad por su mala gestión que está haciendo que se cobre a los propietarios de puestos de manera caprichosa y en nada ajustada a las superficies reales de propiedad.

Señala Recio a este medio adjuntando nota simple registral el ejemplo de una familia de comerciantes que en esta poseen el doble de metros cuadrados de los que figuran en los estatutos de la comunidad, “con lo que se le está cobrando la mitad de lo que deben pagar en los recibos y a mí no se me perdona un duro”.

Las obras pendientes en la edificación que comparten con los juzgados se acumulan, ya que los sótanos a los que a Antonio Recio le tienen vetada la entrada, están apuntalados, y ahora se le suma el inminente requerimiento de un expediente municipal iniciado en 2008. Como comunica la orden de ejecución de seguridad, “el apuntalamiento no es una solución definitiva y solo proporciona tiempo para realizar los trabajos de reparación de la estructura y de la red de recogida de aguas residuales”.

Precisamente y por desatención de anteriores requerimientos, la propiedad tiene incoado un expediente sancionador del que se deriva que puede imponerse una sanción de 3.000 a 5.999 euros, según el artículo 208 apartado 3 b) de la Ley 7/2002 de Ordenación Urbanística de Andalucía.
A parte de temas urbanísticos, Recio lo que desea es justicia. “Yo no soy hombre de letras pero sí de negocios y he trabajado toda mi vida, y lo que realmente quiero es que llegue un juez y aclare los coeficientes de cada uno de los locales de este mercado y así salgamos de esta situación”, señala.

Porque Antonio Recio se resiste a pensar que el mercado al que él llegó en 1983, fecha de la primera compra de locales, pueda cerrar en un futuro cercano. "Necesitamos ayuda de quien sea, Ayuntamiento o Junta de Andalucía, para que se reconozca la labor que hacemos y que no se favorezca en cambio tanto a las grandes cadenas, que están haciendo demasiado daño a los mercados de toda España, especialmente al pescado y la fruta”.

Por último, sin querer entrar en muchos detalles, no niega que le hayan llegado a amenazar por querer seguir adelante con sus puestos, “como toda la vida”, pero lo que parece innegable es que el Mercado de San José, cercano a cumplir 40 años, vivió tiempos mejores a los que este minorista quiere regresar.

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