Dos penaltis propiciaron los goles de un derbi provincial con más emoción por el resultado que buen juego. El respeto mutuo en bastantes fases del partido terminó por aburrir a los espectadores que, en gran parte llegados desde la capital, se dieron cita en las gradas del Estadio Iberoamericano 2010.
El entrenador cadista, Alberto Monteagudo, apostó por repetir la alineación con la que su proyecto debutó esta temporada, una vez que Juan Villar superó las molestias que le hacían ser duda para jugar hasta casi última hora. Al final, el extremo disputó los noventa minutos, haciendo incluso de improvisado lateral derecho para cubrir el hueco de Aitor Núñez, expulsado con roja directa en la jugada que originó el primer gol de la tarde-noche.
En el intercambio de golpes, fue el equipo azulino el que actuó primero. Una falta del canterano Tomás al veloz Ñoño fue botada por Verdú y el rebote casi entra en la meta de Aulestia por el primer palo. Se había superado ya el cuarto de hora, pero ambos equipos seguían tanteándose sin decidirse a atacar asumiendo demasiados riesgos. También fue isleño el segundo golpe, obra de Iván Guerrero, cuyo disparo se marchó cerca del poste derecho amarillo.
Más clara fue la siguiente, esta vez para los cadistas, pero Indiano no estuvo nada afortunado y su disparo aprovechando una dejada de Pablo se marchó a las nubes de Bahía Sur. Más cerca lo tuvo Belencoso, cuyo remate a la media hora se estrelló en un defensa antes de llegar a la portería.
Antoñito dejaba ver gotas de su calidad, pero dista mucho de ser el delantero rápido de sus mejores años. Cuando toca el balón uno espera cualquier cosa y puede ser muy útil a este San Fernando, aunque la pena sea perder el olfato goleador de un killer como Carrión, ayer relegado al banquillo. Se cantó el gol por parte local cuando Pallarés, casi en el punto de penalti, remató fuera. El azulino disparó muy forzado por la oposición de Domingo y eso malogró una gran oportunidad, preludio de los mejores minutos de Ñoño, que una jugada personal terminó disparando flojo y centrado, sin problemas para que Aulestia atrapara el esférico.
Pero la acción más determinante de Ñoño estaba por llegar. Corría el minuto 37 cuando controló un pase en profundidad y cuando encaraba a Aulestia dentro del área fue trabado por detrás por Aitor. La señalización del penalti no admitía duda alguna, como tampoco la admitiría la segunda pena máxima de la noche. Los de Masegosa tenían ante sí la oportunidad de adelantarse en el marcador y, además, iban a jugar los 52 minutos restantes con un hombre más, ya que la jugada también había incluido la cartulina roja al autor de la falta.
Pese a la fama contrastada de parapenaltis que posee el portero gaditano, Verdú no se puso nervioso y engañó al vasco. El balón a la derecha, el guardameta a la izquierda y el gol al marcador.
De ahí al descanso, sólo un cabezazo desviado de Belencoso sembró las dudas en el graderío, más colorido que nunca.
Sin cambios se reanudó el partido, pese al evidente riesgo que suponía para el Cádiz CF mantener como improvisado lateral derecho a Juan Villar, que no es un especialista en la posición y además estaba amonestado.
Fuerte empezaron los de Monteagudo este segundo parcial. Pablo entró en área, pero su pase atrás terminó en saque de esquina. Acto seguido, Viyuela encaraba a David Valle cuando un hábil Eder le molestó lo justo por detrás para evitar el gol sin cometer un penalti y su segura expulsión.
Los visitantes estaban jugando mejor que los azulinos pese a estar en inferioridad numérica. La necesidad de atacar se unía a la cesión de terreno por parte isleña, algo que al final costaría un punto a los de Masegosa.
Tras varios intentos infructuosos por parte cadista y un par de horribles lanzamientos a balón parado llegaría la igualada, también desde el punto de penalti. Juan Villar, incorporado al ataque desde su extraña posición de lateral, recortó con rapidez ante Germán y el zaguero cayó en el engaño. Aunque el amarillo exageró su caída, la falta existió y el colegiado Escudero Marín no lo dudó, mostrando además la cartulina amarilla al infractor.
No falló el capitán Pablo Sánchez la oportunidad de empatar y ambos equipos encararían los últimos 25 minutos en igualdad de goles, pero no de futbolistas sobre el terreno de juego.
De ahí al final, ninguno de los dos equipos arriesgó demasiado para no perder el punto que tenían casi sumado, pese a lo que volvieron a crearse algunas tímidas ocasiones para desnivelar la balanza en el derbi de la Bahía. Adrián Gallardo culminó con un flojo disparo una jugada personal antes de que el encuentro viviera una lamentable tangana entre varios jugadores. Por fortuna, la acalorada discusión no pasó a mayores y se saldó con una única cartulina amarilla.
Ya en tiempo de prolongación, cada equipo dispuso de una opción más o menos clara. El central Domingo, en posiciones muy adelantadas, recibió el balón dentro del área azulina, pero demostró no estar acostumbrado a semejante situación y su centro se perdió altísimo.
Sin embargo, la oportunidad más clara de este tramo final y posiblemente del partido fue para los de Masegosa. En el último minuto de la prolongación, el remate de Pedro Carrión parecía gol, pero Aulestia dejó claro que, pese a haber mostrado algunas dudas en el arranque, es un portero como la copa de un pino. La intervención del vasco dejó el partido en tablas y ambos equipos se repartieron los puntos como buenos vecinos gaditanos.
-Ficha Técnica-
Cádiz CF - 1: Aulestia, Aitor, Albentosa, Domingo, Tomás, Fall, Villar, Indiano (Moke, m. 70), Pablo, Viyuela (Garrido, m. 87) y Belencoso (Adrián Gallardo, m. 73).
San Fernando CD - 1: David Valle, Éder, Sambruno, Polaco, Verdú, Germán (Eric, m. 79), Iván Guerrero, Ñoño, Antoñito (Cristian, m. 53), Carlitos (Carrión, m. 65) y Pallarés
Goles: 1-0 Min. 38 Verdú (p) y 1-1 Min. 64 Pablo (p)
Árbitro: Escudero Martín. Amonestó a Villar y a Albentosa por parte del Cádiz y a Sambruno por el San Fernando CD. Expulsó a Aitor Núñez con roja directa (m. 37).
Incidencias: 6.000 personas, siendo del Cádiz CF algo más de mil.
