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Cádiz

Gaspar Llamazares: “El populismo ha cambiado de bando; ahora es de ultraderecha”

Advierte del descrédito del Parlamento, la intervención del poder judicial y el modelo excluyente de PP y Vox, pero confía en la reacción de la izquierda

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  • Gaspar Llamazares -

Garpas Llamazares, el icónico líder de IU, militante de izquierdas sin carné, trató de mitigar los rigores meteorológicos de estos días, con un caldo. Mientras daba cuenta de ello en un bar, “unos trabajadores hablaban en el otro lado de la barra con la reforma del Código Penal por la Ley del sí es sí y, luego, de las paguitas”, relata en conversación telefónica.

La anécdota le sirve para sostener que “el populismo ha cambiado de bando, ha pasado de ser un instrumento electoral de la izquierda tras el 15M y, luego, de Ciudadanos ante el nacionalpopulismo independentista, a instrumento de desgaste del Gobierno por parte de la derecha y la ultraderecha”. Llamazares, que ha dedicado treinta años a la política, desarrolla esta tesis en' Del sueño democrático a la pesadilla populista', ensayo con el que cierra una trilogía sobre el intento de “convertir el Estado de Derecho en Estado de derechas” en los últimos años.

“El sueño iniciado a raíz del 15M con respecto a lograr partidos horizontales sostenidos por movimientos sociales que complementen la democracia participativa, la idea de contar con información crítica, de fomentar la participación ciudadana y consolidar la separación de los poderes” se ha trocado en “una pesadilla en la que los partidos son peores, una mala candidatura, que no aspiran a estar presentes en los organizaciones sociales, en los barrios y los territorios, en las fábricas, sino solo obedecer al jefe”, explica. Y continúa: “Sufrimos el descrédito del Parlamento, (el PP) trata de cooptar los órganos de gobierno de la Justicia y se resiente la pluralidad de los medios de comunicación”.


El modelo democrático que representan Vox y PP “es excluyente”, agrega. En este sentido, señala la propuesta de Alberto Núñez Feijóo, el líder de los populares para que las alcaldías recaigan en las listas más votadas de forma directa. “Quiere quitar de en medio a los partidos minoritarios, pero resulta que los partidos minoritarios son ya más que el PP”, añade. “¿La izquierda?”, replica a la pregunta del papel que deben jugar las formaciones al otro lado del espectro político. “El populismo de la izquierda se ha diluido con el gobierno”, responde. “Hay rasgos todavía, pero no es hegemónico”. Aunque reconoce que la disyuntiva todavía marca el debate.

“El PSOE sí tiene claro su giro hacia la socialdemocracia” desde que Pedro Sánchez se puso al timón de la centenaria organización. “Unidas Podemos se encuentra ante el dilema de continuar con lo mejor de la gestión en una modernizada versión de la izquierda, partidaria de la concertación, de la negociación con el PSOE, abanderada de las reformas sociales; o volver al populismo que plantea una transformación profunda del Estado partiendo de que todos son enemigos menos los nuestros”. Llamazares tiene claro que la segunda opción es la correcta. La defendió antes de que fuera castigado “a pastar” como líder de IU tras la irrupción de Pablo Iglesias en política.

Pero es optimista. Señala a Yolanda Díaz y Sumar como la persona y la alternativa partidista adecuadas. Y profesa la fe del carbonero en una respuesta cívica ante el avance de la derecha y la ultraderecha. “Nadie esperaba la reacción democrática en EEUU a mitad de mandato y, sin embargo, se produjo”, apunta. “No todo está perdido”. Pero advierte de que es preciso recuperar la política de raigambre social, con partidos “que tengan presencia, que abran y cierre el local del barrio, y sirvan de mediadores entre las instituciones y la sociedad civil para revitalizar la democracia”.

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