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Cádiz

“El Carnaval y el COAC no pueden explicarse, hay que vivirlos”

La concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalila, asegura que practicamente no hay riesgo de suspensión del concurso por Covid, pero pide responsabilidad

  • La concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, en el Falla, en imagen de archivo. -

Con el arranque el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC), la edil de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, se muestra ilusionada y confiada en que se viva con intensidad tras dos años sin coplas en el Falla por el Covid. “Prácticamente no existe riesgo de suspensión”, asegura, pero pide seguir siendo “responsables y precavidos”.

¿Cuáles son sus expectativas ante el COAC más esperado de los últimos años?

–Dos cosas: que se desarrolle sin incidentes y que lo disfrutemos. En realidad es lo que esperamos y deseamos cada año en el Concurso, pero es cierto que en esta edición lidiamos con una situación de excepcionalidad. Aunque la normativa sanitaria se encuentra en un momento de mucha permisividad (gracias a lo cual el COAC puede celebrarse y prácticamente no existe riesgo suspensión), el Covid sigue presente y debemos continuar siendo responsables y precavidos.

¿Ha sido un reto especialmente complicado desde el punto de vista político?

–Evidentemente. La decisión de posponer la fecha de la celebración de la fiesta fue muy complicada y nos ocasionó un gran desgaste. Éramos conscientes de que se trataba de medida nada popular, que conllevaría críticas y una gran polémica. No obstante, asumimos desde un primer momento ese desgaste y sacrificio porque lo que estaba en riesgo era la salud de la gente de Cádiz y frente a eso, todo lo demás es secundario. También comprendimos en todo momento a la ciudadanía, la cual tenía el derecho total a rebelarse y a no estar de acuerdo con la decisión. Lo que sí nos pareció un despropósito fue la actitud de la oposición del Ayuntamiento. Ellos sí tienen una responsabilidad pública y en vez de mostrar comprensión o respeto por una decisión que se fundamentaba únicamente en razones sociosanitarias, utilizaron la situación de manera partidista y miserable, mostrando además un profundo desinterés por la salud de los gaditanos o por la situación de nuestra Cantera. Esto fue sin duda lo más decepcionante de toda esa etapa.

En lo personal, ¿cómo ha llevado la espera?

–Pues con ilusión y confianza, la verdad. Siempre creí que hacíamos lo correcto atrasando la fecha y que era la única manera de no quedarnos otro año sin Concurso, sin la Cantera y sin la fiesta completa en la calle. Por encima de todo quería intentar que Cádiz no perdiera un año más el Carnaval en toda su extensión y ahí hemos depositado mucho trabajo y mucho esfuerzo. Desde el punto de vista laboral y de gestión, claro que habría sido mucho más sencillo optar por febrero sabiendo el gran riesgo de suspensión que conllevaba y, llegado el momento, cancelar los eventos de organización municipal debido al Covid (como han hecho tantos municipios alrededor del mundo). Pero ni yo ni nadie del Equipo de Gobierno queríamos eso, no podíamos rendirnos, ni ir a lo fácil o a lo cómodo, nuestra obligación era intentar salvar la fiesta completa sin dejar a nadie atrás. Afortunadamente, el tiempo nos ha dado la razón y lo estamos consiguiendo.  

¿Guardan tipos en los armarios de casa?

–Algunos sí, pero como sabes convivo con alguien que necesitaría una casa aparte para guardar todos los suyos, así que inevitablemente hay tipos repartidos por las casas de nuestras madres (que, como todas las madres, están deseando que les liberemos espacios y no pierden ocasión en recordárnoslo).

Si Lola se animara a subirse a las tablas del Falla, ¿comparsa, coro, chirigota o cuarteto?

–Te faltan los romanceros, que también se suben a las tablas y posiblemente sería en la modalidad en la que me estrenaría. De las del COAC, aunque es conocido soy muy de comparsa, creo que personalmente optaría por el cuarteto, creo que va más con mi personalidad.  

El papel de la mujer en el COAC es cada vez más importante. ¿Qué logros destacaría? ¿Qué camino queda por recorrer aún?

–El logro o paso más significativo que se ha dado y se continúa dando es haber pasado al primer plano en el Concurso. Es decir, empezar a ocupar espacios visibles en primera línea frente al lugar invisibilizado que ha tenido siempre el enorme trabajo que realizaba y realiza la mujer en el COAC. La presencia de algunas mujeres en agrupaciones reconocidas y mayoritariamente masculinas, aunque es minoritaria aún, se está percibiendo con mayor naturalidad. Pero además de esto, que no deja de ser muy importante, me parece esencial lo que está ocurriendo a nivel de autoría, donde sí estamos presenciando un aumento femenino considerable. Pienso que aquí radica gran parte del poder para la evolución feminista que debe tener el Concurso: es maravilloso que mujeres se integren en grupos masculinos, pero también necesitamos que la visión femenina y feminista esté en la configuración y creación de las agrupaciones. Es decir, que ideas, tipos, letras y músicas se gesten desde la visión de la mujer. Y sí, queda mucho camino por recorrer, pero creo que hay materia prima y sabia nueva de sobra para conseguirlo.

¿Hay alguna copla que se sorprenda tarareando frecuentemente?

–Depende del día y de lo que ocurra en cada momento, en realidad. Es cierto que hay una copla para cada cosa. Ahora que estamos en plena campaña de las Andaluzas, cuando escucho a gente como a Macarena Olona haciéndose pasar por andaluza o a Moreno Bonilla hablar de inversiones cuando ha desmantelado la sanidad publica durante una pandemia, siempre se me viene el: “Se ríen de ti, se ríen de mí, se ríen de todos…” de la presentación de Los currelantes.

¿Guarda casettes de agrupaciones históricas?

–Por suerte algunos, sí. Mi abuelo paterno salió con Enrique Villegas en agrupaciones como Los gitanos errantes o Los dandys negros, así que algunas joyitas tenemos en casa.  

Aunque no es el primer concurso sin Juan Carlos Aragón o Manolo Santander, ¿echará de menos sus coplas?

–Siempre. Aunque pasen 70 años. Fueron y son voces insustituibles que nos harían más falta que nunca, siempre estaremos un poco huérfanos sin ellos.

También es el primer Carnaval si los ácidos comentarios de Paco Rosado y Juan Manzorro, ¿es posible vivirlo intensamente sin sus presencias?

–Es posible vivirlo intensamente porque la huella de ambos es imborrable, pero la tristeza y el vacío, inevitables. Escuchar a Paco cuando vivía en el extranjero me llevaba al Cádiz más puro y con Juan, que era amigo, he vivido momentos entrañables. Aún me cuesta creer que no vayan a estar en este Concurso.

El Carnaval de Cádiz atraviesa fronteras, ¿cómo le explicaría a un 'guiri' (con todo el respeto del mundo) qué pasa acontece en el Falla y en las calles de la ciudad durante las próximas semanas?

–Es que creo que no puede explicarse, que hay que vivirlo. Sin la experiencia estética individual de cada uno o cada una es muy complicado llegar a comprender de verdad el COAC o el Carnaval. A nivel teórico puedes hacer disertaciones correctas, sí, pero seguirán estando muy alejadas del autentico concepto de la fiesta. Yo soy más de que lo vivan y, sobre eso, explicar, aclarar, añadir información y debatir.

¿Por qué el Carnaval debe ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?

–Porque le hacemos un favor a la UNESCO (risas). Bromas aparte, personalmente pienso que nuestro Carnaval no necesita esa denominación para que lo consideremos como lo que es: un fenómeno cultural de expresión popular con una calidad y peculiaridad sin parangón, pero evidentemente es beneficioso para todas las partes que esté así reconocido. Especialmente en vistas a su protección y proyección.

Finalmente, habrá eventos gastronómicos. ¿Cómo ha sido posible en tan poco tiempo?

–Pues como todo, con muchas ganas, mucho trabajo y contando con unas asociaciones, colectivos y peñas extraordinarias que aman su fiesta y su ciudad por encima de cualquier circunstancia.

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