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A curarse en salud

Cepas y vacunas

Nuestro médico, Fernando Arévalo, nos explica todo sobre las cepas y vacunas del coronavirus

Publicado: 13/04/2021 ·
13:31
· Actualizado: 15/04/2021 · 20:44
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  • Vacunas de AstraZeneca. -
Autor

Fernando Arévalo Rosado

Médico. Colaborador en Viva Barbate, Radio Barbate, Portal de Cádiz, SER deportivos, Onda Conil y Canal Sur (Salud al día)

A curarse en salud

Fernando Arévalo Rosado ofrece consejos y actualidad de salud sin jerga médica

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Los estudios demuestran que las variantes son de un 50 a un 70% más transmisibles que el coronavirus original.  La mejor manera de combatir las variantes es vacunar pronto a la mayor cantidad posible de personas y continuar tomando precauciones, como el distanciamiento social y el uso de mascarilla. “Los virus no pueden mutar a menos que se reproduzcan”. Las nuevas cepas son:
 
     - B.1.1.7: esta variante se descubrió en el Reino Unido; en este momento hay un 20-25% de los casos que se registran. Los Centros de control de enfermedades predicen que se convertirá en la cepa dominante en Estados Unidos para abril. Un estudio con revisión científica externa que se publicó el 10 de marzo reveló que la variante tiene un índice de mortalidad considerablemente más alto que la cepa original. 
 
      - B.1.351: esta variante se identificó por primera vez en Sudáfrica y hay unos 54 casos en España. Suscita preocupación entre los científicos porque contiene una mutación que podría permitir que el virus eluda algunos de los anticuerpos que se producen con las vacunas.
 
      - P.1: esta variante se descubrió en Brasil con 20 casos en España. Los estudios sobre su propagación en la ciudad brasileña de Manaos indican que puede tener la capacidad de volver a infectar a personas que ya se infectaron con la cepa original.
 
  • Otras Variantes: los investigadores están observando otras variantes preocupantes que se originaron en Estados Unidos, como la B.1.526 en la ciudad de Nueva York y la B.1.427/429 en California. 
Los virus se multiplican rápidamente y por ello siempre se presentan nuevas mutaciones, Un estudio que se publicó en la revista BMJ el 10 de marzo halló que las personas infectadas con la variante B.1.1.7 del Reino Unido tienen entre un 32 y un 104% más probabilidades de morir que quienes contraen la cepa original del virus. Aún no resulta claro si las otras variantes se vinculan con una enfermedad más grave. Debido a que las variantes son más contagiosas, también es posible que puedan infectar a más personas más rápido, lo que puede aumentar las tasas generales de hospitalización y muertes.

En abril del año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió los requisitos que debían tener las vacunas: una tasa mínima de efectividad del 50% frente a la infección en sí o frente a las formas graves de la enfermedad. Los laboratorios se centraron en el segundo, mientras se llega a una vacuna mejor. Los primeros estudios indican que las tres vacunas autorizadas para combatir la COVID-19, elaboradas por Moderna, Pfizer y Astra Zeneca, son eficaces contra la B.1.1.7, la variante que se descubrió en el Reino Unido. Las variantes que se descubrieron en Brasil y en Sudáfrica presentan más interrogantes porque contienen una mutación que puede permitir que el virus evite algunos de los anticuerpos que se producen con las vacunas. Los fabricantes están trabajando para crear vacunas de refuerzo y versiones actualizadas de su vacuna a fin de reforzar la protección contra esas variantes.

Mientras tanto las precauciones siguen siendo las mismas: usa mascarilla, lávate las manos, respeta el distanciamiento social, evita las multitudes y, a ser posible, quédate en casa. Y cuando te toque el turno para recibir la vacuna desde luego, vacúnate. Todavía hay un riesgo alto de infección por lo que cualquier protección inmunitaria que puedas adquirir lo antes posible será la mejor

Esencialmente, las vacunas de Pfizer y Moderna les enseñan a nuestras células a producir una proteína que provoca una respuesta inmunitaria sin usar el virus vivo que causa la COVID-19. Astra Zéneca usa lo que se llama un adenovirus —un virus inofensivo que ya no puede replicarse— para, en esencia, enviar el mensaje genético a nuestras células. Y el adenovirus se adentra en el núcleo de nuestras células y usa nuestro ADN para enviar el código genético. La diferencia principal es que Pfizer y Moderna usan ARNm para llevar las instrucciones a nuestras células y Astra Zéneca usa el ADN.

Respecto a su eficacia, la vacuna de Pfizer demostró una eficacia del 95% en la prevención de la COVID-19 después de dos dosis. También demostró una eficacia del 94.7% en personas de 65 años o más después de la segunda dosis. La vacuna Moderna demostró una eficacia del 94.1% en la prevención de la COVID-19 después de dos dosis. También demostró una eficacia del 86.4% en personas de 65 años o más después de dos dosis.  La vacuna de Astra Zeneca demostró una eficacia del 72% después de dos dosis. La vacuna mostró una eficacia del 68.6% en personas de 65 años o más. Los expertos en salud señalan que las tres vacunas demostraron ofrecer una eficacia del 100% en la prevención de la hospitalización y la muerte por Covid-19. Es verdad que los vacunados por Astra Zeneca tendrán mayor probabilidad de contraer la enfermedad, pero lo harán en formas más leves incluso como un resfriado.

Los efectos secundarios más comunes son en la de Pfizer dolor en el lugar de la inyección, seguido de cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, dolor en las articulaciones y fiebre. En la de Moderna dolor en el lugar de la inyección, seguido de cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor en las articulaciones y escalofríos. Por último, en la de Astra Zeneca dolor en el lugar de la inyección, seguido de dolor de cabeza, fatiga y dolor muscular.
Mis consejos para la vacunación son: 
  • No es necesario tomar analgésicos antes de la vacunación
  • Habría que evitar otras vacunas que coincidan dos semanas anteriores y posteriores (excepto tétanos si es obligatoria o en un brote por ejemplo de hepatitis)
  • Los Intervalos entre dosis son: Pfizer 21 días, Moderna 28 días y Astra Zeneca 12 semanas
  • La segunda dosis tiene que ser de la misma vacuna que la primera dosis.
  • Necesitaremos dos semanas tras la segunda dosis para saber si estamos protegidos y lo podemos comprobar con una analítica de sangre solicitando Ig G SARS-COV2. Si es positivo estamos inmunizados.
  • Seguir usando mascarilla porque puede haber contagio pese a estar vacunados. Hay una probabilidad baja de no alcanzar la inmunidad frente a la enfermedad
En Europa apenas uno de cada diez ciudadanos ha recibido una dosis de vacuna, mientras que en el Reino Unido se ha vacunado uno de cada cuatro. En Estados Unidos uno de cada seis adultos está vacunado. En España solamente el 4% de la población tiene la pauta completa. Antes de las reacciones adversas, el porcentaje de personas que rechazaba vacunarse contra la COVID-19 apenas rozaba el 2 por ciento en España. Ahora sería necesario que las autoridades sanitarias hicieran una campaña para recuperar la confianza de la población. No puede haber vacunas a la carta, ni hay vacunas de primera o segunda clase, al igual que tampoco las hay en los calendarios de vacunación infantil y del adulto. La vacuna es algo que protege a la comunidad. No se puede analizar desde un punto de vista individual, sino de cómo se protege a toda una población.
 El problema que persiste es la falta de dosis. La Unión Africana y la India han apoyado la supresión de patentes de las vacunas durante la pandemia. Pero la UE, el Reino Unido, Estados Unidos, Japón, Suiza y Australia siguen oponiéndose a ella. Así no, la salud no se comercia ni la vida se compra o se vende, ES UN DERECHO.
 
 

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