En la capital gaditana, el centro de salud La Laguna fue el de referencia, aunque las dosis se empezaron a administrar por igual en el resto de los centros de Atención Primaria de la ciudad. Sólo en el de la Laguna ayer se pusieron 120 vacunas, y llegaran a ser 600 cuando acabe la semana, a una media de una inyección cada tres minutos. El horario de vacunación establecido para este ambulatorio es de 10.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas.
Las personas suceptibles de formar parte del grupo de riesgo ya han recibido la correspondiente notificación en sus domicilios, con el objetivo de realizar una captación activa de la población de riesgo, tomando como referencia el listado de pacientes que se han vacunado previamente de la gripe común y la bactería del neumococo.
Los gaditanos interesados en que se les administre la dosis tienen dos vías para coger cita, bien llamando al teléfono de Salud Responde, 902 50 50 60, donde se le realizará un cuestionario para saber si realmente forma parte de un grupo de riesgo, o bien acudiendo directamente al centro de salud más cercano donde se efectuará el correspondiente triaje para determinar si el paciente necesita la dosis de manera prioritaria.
Antonia Luque Barea, la directora de Unidad de Gestión Clínica del centro de salud de La Laguna, explicaba ayer que en el primer día de campaña todo había transcurrido con normalidad y conforme a lo previsto, y ésa fue la tónica en el resto de los centros, según informó la Delegación Provincial de Salud al final de la jornada.
El coordinador de Cuidados del área de Enfermería del ambulatorio precisó en este sentido que la agenda ha venido preestablecido por la Consejería de Salud, aunque después los centros de Atención Primaria han podido adaptarla a sus necesidades.
Las dosis se distribuirán semanalmente, siguiendo más o menos la previsión de 600 a la semana para cada centro de salud. De ahí se tendría que reservar una cantidad para los enfermeros comunitarios que acuden a los domicilios de los pacientes que no pueden trasladarse a los centros de salud.
En lo que sí han hecho hincapié en es la “tranquilidad” de los pacientes, a pesar de la alarma mediática que se ha suscitado.
En cuanto a las embarazadas, aunque aún no está la vacuna específica para este grupo de riesgo, la mayoría ya han decidido que no se las suministren por el temor de los efectos secundarios que pueda acarrear el medicamento al embrión o al feto, todavía no demostrados.