Francisco Aurelio Dávila Rosso
Ahora que llega a mis oídos que nos dejas, quería darte las gracias. En estos tiempos tan duros de pandemia en los que la oscuridad ha invadido nuestra vida y solo nos podemos aferrar a la esperanza de salir fortalecidos de ésta, tu has conseguido llenar con tu sonrisa, tu arte y tu genio, las almas huérfanas de los portuenses.
Esos que necesitábamos, en este contexto sociopolítico de emergencia sanitaria, histeria colectiva y nacional, reencontrarnos con nuestro gen identitario, vernos identificados en una forma de ser, en una voz, en una expresión familiar y autóctona.
Tú lo has conseguido. Has hecho que este loco poeta de El Puerto de Santa María, enamorado de su tierra y entregado a ella, se sienta aún más portuense que nunca. Nos encanta verte bailar, cantar, reír, enfadarte y hasta incluso tu llanto sin lágrimas nos llega al alma y te hacen especial y auténtica.
La forma en la que hablas a tu "tito", tus valoraciones de la situación actual, tus miedos, tus manías y tus inquietudes, nos hacen vernos reflejados en tí, y que te sintamos tan cerca como a nuestros mayores. Tu entonación correcta, intuitiva y espontánea al cantar, tu libertad expresiva y, sobre todo, tu buen fondo, hacen de tí un ejemplo de artista en todos los sentidos.
Has alegrado nuestros días y has convertido nuestro confinamiento en un tiempo de reflexión, descanso, entretenimiento y reencuentro con nuestra esencia. Te tuteo porque te has vuelto cercana, porque sin salir de un hogar te has metido en muchos robándole el corazón a una ciudad entera y a un país que pasa por uno de los peores momentos de sus últimas décadas.
Gracias, Pepa. Te echaremos de menos. Desearíamos poderte ver pronto, pero ya no a través de una pantalla, sino paseando por las calles de nuestro querido Puerto. La calle Ganado, la Prioral, la plaza y nuestro casco histórico, suspiran por contemplar tu sombra mientras te entregas a tu tierra llevándola en la boca a cada rato, en señal de devoción portuense.
Has emocionado a muchos,nos has inspirado artísticamente a otros tantos ,y has llegado incluso a despertar el interés y el agradecimiento de nuestras instituciones. La carta y las flores que te envió nuestro alcalde de la mano de mi compañera y amiga Mercedes o el cuadro que te regaló Fernando Quirós, son tan solo una mínima parte de las muestras de afecto que te mereces, de las piezas artísticas que has inspirado, de lo orgullosos que nos sentimos todos de que “la tía Pepa de España” sea natural de El Puerto de Santa María.