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Luisa Cuéllar rompe tópicos sobre la Señora de Guadalupe

La conferenciante liga el nacimiento de la nación mexicana con la aparición de la Virgen. La creencia en la Virgen implica aceptar como hermanos a quienes pisan tierra mexicana

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  • Pedro Sevilla, Isabel María Medina y Luisa Fernanda Cuéllar durante la conferencia celebrada en la capilla de La Misericordia. -
La investigadora mexicana Luisa Fernanda Cuéllar Vázquez desmintió en su última conferencia una posible relación entre las advocaciones mexicana y extremeña de la Virgen de Guadalupe, a medida que fue abundando en las visiones del indio Juan Diego como vehículo desvelador de las claves del nacimiento de una nación.
Para los mexicanos, la Virgen de Guadalupe fue la forjadora de su país, de ahí que su conferencia se centrara en sus primeros compases en narrar cómo era el México prehispánico, las posibles apariciones de la Virgen y la particular lectura que hicieron los indios mexicanos del siglo XVI en la propia imagen, es decir, en el códice de la Virgen que contenían un mensaje encriptado.
Guadalupe es la madre mexicana por excelencia, una pieza clave en la evangelización que experimentó el país, una imagen con la que los indígenas se identifican claramente y a través de la cual se convertían al cristianismo.
Cuando surgieron las apariciones de la Virgen de Guadalupe en tierras extremeñas se envió a México a un monje jerónimo, Diego de Santa María, para que averiguara una posible relación entre ambas apariciones e imágenes. A llegar a México comprobó que era otra Virgen, otra advocación totalmente distinta. Sin embargo, las primeras estampas históricas que ofreció esta licenciada en Administración y Dirección de Empresas y en Desarrollo Humano, tuvieron imágenes propias, las que proyectó en la capilla de La Misericordia para ilustrar acertadamente su trabajo de investigación, porque no se trata de ningún cuento o leyenda o de milagrería popular...
Como la propia autora resume, “La Virgen dialoga con un indígena. Le rodea de pájaros y cantos; le pide la construcción de un templo y le ordena cortar flores donde sólo había cactus. Ante el obispo español, deja impresa su imagen en una burda tilma. Entonces, un pueblo entero se convierte al cristianismo. Con las apariciones de Santa María de Guadalupe, los indígenas mexicanos se enteraban que tanto ellos como los españoles, tenían una Madre común. Eso implicaba una inmediata y dura exigencia: la de aceptar como hermanos a todos los que estaban en su tierra”.
Nadie imaginó que en la imagen que dejó impresa la Virgen de Guadalupe, todo un pueblo descubriría un códice, o podría decirse, un evangelio, que reconciliaría su antigua religión con la nueva palabra llevada a América por los misioneros españoles”.
A diez años de consumada la conquista de México, entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531, se suceden las apariciones de Santa María de Guadalupe. A 447 años de su aparición, la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México recibe 20 millones de visitas al año, siendo el centro mariano más visitado de la cristiandad.
Ello justifica por sí solo la fascinación que siente Luisa Fernanda Cuéllar por la historia de la Virgen de Guadalupe y por su querido país.

La presentación
Luisa Fernanda Cuéllar fue presentada por el escritor arcense Pedro Sevilla, quien prefirió hacer un retrato humano a dar simple lectura al currículum de la conferenciante, aunque en realidad leyó un simpático y ameno autorretrato de la mexicana donde explica de dónde viene, cuáles son sus raíces y su familia, cómo se ligó a España y cómo su trabajo ha desembocado en su fascinación por la patrona mexicana. Sevilla conoció a Luisa Fernanda Cuéllar en un taller de creación literaria impartido en Jerez por el poeta José Mateos. El acto contó con la presencia de una treintena de arcenses y, en la presidencia, con la delegada de Cultura, Isabel María Medina Pérez.

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