La elocuente imagen de la camilla de quirófano del gaditano Hospital Puerta del Mar desvencijada y con costurones que fluye desde la pasada semana por las redes sociales ha animado a cientos de usuarios del SAS a denunciar móvil en mano las carencias del sistema público de sanidad. Las fotografías circulan de aparato en aparato entre las plataformas que el domingo exigieron al Gobierno de Susana Díaz más recursos y que, de paso, cuestionan el argumento del incremento en un 13,4% de la inversión en los últimos tres años con el que la Consejería de Salud replicó a los manifestantes que recorrieron las cuatro capitales de provincia.
Con la mecha de la protesta prendida desde octubre, internet y las aplicaciones de mensajería instantánea canalizan ahora las denuncias. Las plataformas que aglutinan a la marea blanca aseguran que reciben a diario cientos de historias e imágenes que contradicen la versión oficial del correcto funcionamiento de la “joya de la corona” andaluza. “Una madre acaba de ir a Urgencias y el médico le ha mirado a su hijo la garganta con la linterna del móvil porque no hay otra cosa”, atestigua uno de los portavoces del movimiento en Sevilla. Minutos después suena el mismo móvil y en el grupo de WhatsApp en el que se solapan las denuncias una vecina de Albaida del Aljarafe narra cómo en su ambulatorio le han comunicado que no es posible hacerle una radiografía y la derivan al pueblo más cercano. Desde el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, el mismo de la ya famosa fotografía del quirófano, llega la imagen de la ventana de una habitación en cuyo exterior se acumula la basura.
La Junta insiste en que no hay merma en los servicios ni recortes, pero las imágenes se empeñan en erosionar ese discurso. Desde el otro extremo de Andalucía, un paciente suministra imágenes de los baños del Hospital de Poniente, en El Ejido. Los sistemas de sujeción anclados a la pared que utilizan los minusválidos y usuarios de más edad están carcomidos por el óxido. Los inodoros están desconchados. Otra fotografía captada con un móvil en una habitación: barras de las que cuelgan botellas de suero unidas a la estructura original con esparadrapos porque algún día se rompieron las sujeciones y de momento no hay recambios.
“El pan nuestro de cada día”, denuncian las plataformas andaluzas. La Junta de Andalucía no se da por enterada y remite a los algo más de 9.300 millones que el Presupuesto de la comunidad moviliza este año para atender el capítulo sanitario, un 5,5% más que en 2016. Y todo ello, insiste, para “seguir apostando por una sanidad pública, universal, gratuita, digna y de calidad”. En el cóctel de reproches con el que elude culpas incluye la infrafinanciación autonómica que asegura que le impide movilizar más inversión y un dardo político, el de la supuesta pinza de PP y Podemos. Denuncia que son ellos, de la mano de la IU, los que han “politizado” el malestar para sacar rédito. El argumentario no seduce a los usuarios. Salvo giro sustancial, las plataformas volverán a salir a la calle en las próximas semanas.
El conflicto llega al Parlamento
Podemos e IU registraron ayer en el Parlamento andaluz la solicitud para que la Cámara acoja un debate general sobre la situación de la sanidad, máxime tras constatar “el rechazo social” generado. El PP pide además que un grupo de expertos “encauce la situación”.